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LAPSO DE TIEMPO. A temprana hora de la mañana don Luis Vela Sosa escudriña la prensa diaria. De pronto da con un gazapo y enseguida lo envía a esta columna. Se trata de una noticia relativa a los censos nacionales: “Los divorcios se incrementaron. Otro indicador es que hay más yucatecos que viven en unión libre: se pasó de 7.9% a 13.9% en el mismo lapso de tiempo”.

Aquí hay un pleonasmo, nos dice el Sr. Vela. En efecto, el Diccionario de la Lengua Española le da a la voz “lapso” el significado de paso o transcurso del tiempo entre dos límites. Es decir, lapso es el tiempo transcurrido desde un inicio hasta un final. Según el mismo DLE, la palabra “tiempo” es la duración de las cosas sujetas a mudanza; la época durante la cual vive una persona o sucede una cosa. En conclusión, la palabra “lapso” incluye la idea o significado de tiempo.

Entonces, es incorrecto decir “un lapso de tiempo”. Eso equivale a decir “un periodo de tiempo de tiempo”. Esta redundancia de la voz “tiempo” entraña un pleonasmo. Lo correcto es decir “lapso”, sin agregarle “tiempo”.

Por indicación de don Luis Vela, del bolsillo trasero de los pantalones extraemos el tirahule, lo cargamos con un buen proyectil pétreo, lanzamos un disparo certero y el lapso de tiempo cae a tierra. El ejemplar de este día reposa en el morral. 

MÁS REDUNDANCIAS. A diario escuchamos muchas expresiones redundantes; en ellas se utilizan palabras que no son necesarias para entender la oración. Veamos algunos ejemplos.

Premura de tiempo. No está bien decir “premura de tiempo”, pues con decir “premura” ya tenemos el concepto de prisa y no hay por qué agregarle la palabra “tiempo”. Ejemplo: La premura con que sucedieron los hechos. 

Error involuntario. Una de las características de cometer un error es equivocarse de buena fe. Involuntario es “no voluntario”, algo que se realiza sin consentimiento. Como vemos, la voz “error” lleva implícita la ausencia de voluntad y consentimiento. Error involuntario sería equivocarse sin tener voluntad de ello, evidente pleonasmo, puesto que con sólo decir error ya estamos señalando que esa equivocación es de buena fe. 

Sorpresa inesperada. “Sorpresa” es la acción y efecto de sorprender o sorprenderse. Es algo que se produce inesperadamente, imprevisto. “Inesperado” es lo que sucede sin esperarse; es imprevisto, algo no previsto. Si decimos una sorpresa inesperada, estamos indicando que ocurrió “algo imprevisto que no esperábamos”. Otro pleonasmo, sin duda, la sorpresa no podemos prevenirla o ya no sería sorpresa.

En otra ocasión hablaremos de “sigo insistiendo”, “breve resumen” y “Vuelvo a repetir”.

Hasta el próximo tirahulazo.

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