Poniendo criterio (1)
Hasta que entendí que el orgullo es poder salir a la calle sin tener miedo a ser señalado al abrazar a su pareja o tomarla de la mano
He callado acerca de la ideología de género que en este último mes, el mes del orgullo, se puso más de moda. Desgraciadamente mi razonamiento crítico no podrá abarcar todo lo que pienso, pues el espacio me será insuficiente, pero trataré de explicarme:
Primero hablemos de la homosexualidad, cuya razón de ser se desconoce, pues científicamente no existe un gen que los haga diferentes a los heterosexuales. Puedo visualizarlo más como un gusto que acompaña también a una pasión.
Las pasiones pueden llegar a amarse como a los que nos apasionan las películas, los animales o las personas del sexo opuesto. Cada quien es libre de hacer y escoger lo que quiera en su vida, así que, quien diga que ser homosexual es malo está equivocado.
Cuando hablaban del orgullo me preguntaba: ¿De qué se pueden sentir orgullosos? Orgullo a mí me causan mi carrera, familia y logros; pero no voy pregonando ser orgulloso de mis gustos o mi heterosexualidad; hasta que entendí que el orgullo es poder salir a la calle sin tener miedo a ser señalado al abrazar a su pareja o tomarla de la mano así como los heterosexuales lo hacemos. No tiene nada de malo y tolerarlo es lo mínimo que deberíamos hacer.
Demos por entendido que la ideología de género no tiene que ir de la mano de la homosexualidad, tengo amigos de esta preferencia, que se encuentran completamente en contra de la ideología de moda, la cual nació hace unas décadas de un grupo radical de feministas que luchaban por igualdad frente a los hombres, situación que jamás ocurrirá porque no somos iguales.
Para explicar mejor mi punto, recordemos el suceso de esta semana en Nueva York, donde las actas de nacimiento no dirán el sexo del bebé para que éste decida qué quiere ser. Eso ya no lo entiendo, pues como médico entonces todo lo que he estudiado está mal y a futuro tendré que aprender veterinaria, pues no sé qué haría si llega una persona que me dice que es un perro y le duele la cola.
Según mi libro de fisiología, todos somos diferentes, cada uno de nosotros piensa, actúa y vive distinto. Nos dividimos en dos categorías por nuestras características sexuales: hombre y mujer, quienes resultamos ser fisiológicamente complementarios.
También en mis libros de genética dice que existe un solo genoma con sus cromosomas XX para la mujer y XY para el hombre. Género viene de la palabra gen, por lo tanto, solamente existen dos, masculino y femenino.
Por último, recuerdo mi libro de biología: decía que todos los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y mueren, por tanto, decir que hay más de dos sexos y de dos géneros es simplemente ir contra la ciencia. Y siendo claro que dos iguales no pueden reproducirse, entonces concluimos que la ideología acaba con los principios de la vida y tergiversa la naturaleza. Esta nuestra naturaleza no la podemos cambiar.