Salvemos una vida, 26 años reafirmando su vocación para evitar suicidios
Ante el alto número de casos, nació esta iniciativa gracias a la fundadora Alis García Gamboa
MÉRIDA, Yucatán.- Servir a la gente cuando así lo necesite y ayudar a prevenir los casos de suicido y depresión ha sido la misión permanente del programa “Salvemos una vida”, que ayer en una edición especial celebró el 26 aniversario de su fundación, con una trayectoria que ha traído a sus colaboradores gratas e inolvidables experiencias en su labor social, señaló el psicólogo Javier García Maldonado, al abrir la emisión radiofónica que se transmite todos los viernes por la estación Amor 100.1 FM, de Grupo SIPSE.
Acompañado en la conducción por Marilis Escalante, en el programa radiofónico que se efectuó de las 11:00 horas a las 12:00 horas, el especialista en psicología platicó un poco sobre sus experiencias en esta labor y recordó que “Salvemos una vida” es una asociación civil que nace como una respuesta a una necesidad social específica para diversos grupos de la sociedad sobre el valor de la vida.
Indicó que ante el alto número de casos de personas que atentaban contra su existencia o tenían familiares o amigos con esta tendencia, nace esta iniciativa gracias a la fundadora Alis García Gamboa, una gran mujer altruista y promotora de diversos proyectos, quien integró un amplio grupo de voluntarios con estrategias de apoyo para llegar a diversos sectores de la sociedad.
El también voluntario de la asociación, comentó que a través de los años se ha observado que muchas mujeres lo intentan más (suicidarse) y no lo logran; mientras que los hombres son los que lo consuman más, por lo que se reconoció la necesidad de trabajar en el fomento de los valores y la familia.
Precisó que la iniciativa cuenta con una línea de apoyo telefónico, cursos, abordajes estratégicos e intervenciones en crisis, para buscar el amor a la vida, por lo que al paso de los años han pasado cientos de personas que apoyaron en esta causa y que se han sumado a la prevención de estos problemas.
Al recordar que los teléfonos de atención son el 9-45-37-77 y el 075, puntualizó que en “Salvemos una vida” siempre hay que darle importancia a la persona que se deprimió, ser empáticos con ellos, ayudarlos a descubrir el valor de la vida y fortalecer su autoestima, sin importar la edad que se tenga.
Confinamiento fortaleció las emociones y sentimientos
Agregó que la pandemia del coronavirus vino a fortalecer las emociones y sentimientos ante el confinamiento, a tal grado de tener reacciones psicosomáticas, es decir que una persona cree estar enferma de algún padecimiento y empieza a manifestar los síntomas a través de su subconsciente.
En ello, destacó que la resiliencia, que es la capacidad de reponerse ante la adversidad, juega un papel fundamental en el desarrollo de la persona para salir del problema a través de diversas alternativas y apoyo psicológico de los voluntarios de la asociación.
García Maldonado puntualizó que en todos estos casos, la familia tiene también un valor indispensable para desarrollar el amor a la vida, pues la depresión y el suicido afecta a todas las clases sociales y edades, ya que incluso se ha escuchado casos de niños o adolescentes que atentan contra su existencia.
Explicó que en los municipios se ha utilizado mucho el método del ahorcamiento, por cuestiones como rupturas amorosas, conflictos familiares o discriminación y si bien las personas presentan “señales” antes de cometer el acto, los parientes pocas veces se dan cuenta del suicido, a pesar de que se pudo haber prevenido.
Consideró importante el cambio de conducta de una persona, que puede ser una señal o un foco de alarma en los posibles casos de suicidio, que es multifactorial, es decir que puede venir de diversas maneras y por eso hay que estar atentos a estos avisos que se manifiestan antes de atentar contra su vida.
Indicó que si bien es cierto que hay gente que dejan notas póstumas antes de suicidarse, la gran mayoría no lo hace y por ello los familiares quedan desconcertados; ahí, explicó que por eso es necesario fortalecer los niveles de comunicación para mejorar la relación entre la sociedad.
Atendidos en "Salvemos una vida"
El voluntario recordó que “Salvemos una vida” cuenta con una sede en el Centro Histórico, sobre la calle 56 número 435 entre 49 y 51, donde las personas pueden ser atendidas sin ningún costo por profesionales y voluntarios que otorgan un acompañamiento hasta que la persona se sienta mejor.
Subrayó que ahí se atienden a personas de diversos municipios y no necesariamente se ayuda a quienes han tenido intentos de suicido, sino también a quienes padecen depresión, inseguridad, adolescentes con confusiones sexuales o problemas de tipo familiar, entre otros problemas.
Apuntó que la asociación civil ha impartido cursos sobre adolescencia, parejas, autoestima, madurez, relaciones interpersonales, el amor a la vida y cómo entender el suicidio, entre otros temas. Sin embargo, ahora están suspendidos por la pandemia del Covid-19, aunque se retomarán en un futuro.
Javier García explicó que el autoconocimiento, el auto-concepto y la autovaloración son esenciales para que las personas puedan superar un duelo y aprendan a valorar la vida, proceso que se puede tomar con ayuda de los voluntarios de “Salvemos una vida”, que tiene 26 años de trabajo sin interrupciones.
Por último, el psicólogo recordó parte de las experiencias como voluntario en la asociación civil, todas las cuales dijo, trajeron un aprendizaje importante para su vida personal y profesional, al tiempo que apostó porque sean muchos más años de trabajo en esta labor social.
“Me siento muy contento de participar en esta asociación, celebramos 26 años del programa Salvemos una Vida, porque vale la pena vivir, es un trabajo que venimos haciendo y vamos a continuar por muchos años más”, finalizó.