MÉRIDA, Yuc.- En algunos casos, los bebés que están en el vientre materno son de menor tamaño que el que les correspondería tener, cuando esto ocurre se denomina Restricción del Crecimiento Intrauterino (RCIU).

Valeria Barrón de la Cruz, ginecóloga especialista en Medicina Materno Fetal, explicó que esta situación es una emergencia obstétrica que se llega a presentar hasta en 30 por ciento de los embarazos.

Entrevistada en el marco del VI Congreso Estatal de Actualización en Ginecología y Obstetricia en donde coordinó un simposio sobre este tema, Barrón de la Cruz dijo que la principal causa del RCIU son los trastornos hipertensivos del embarazo, como la preeclampsia, seguida de los problemas inmunológicos infecciosos y en menor grado los problemas cromosómicos.

“En algunas pueden cursar con líquido amniótico disminuido, con placentas muy pequeñas calcificadas, problemas en el desarrollo neurológico y la situación más grave, la muerte fetal intrauterina. Por ello es importante detectar a tiempo la RCIU por medio de buenos controles prenatales”, aseveró la especialista adscrita a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del IMSS en Yucatán.

Expuso que la RCIU se da cuando un bebé que todavía está en el vientre materno no consigue crecer al ritmo esperado durante el embarazo. En otras palabras, en cualquier punto de la gestación, el bebé no es del tamaño que debería tener considerando el momento del embarazo en que se encuentra su madre (edad gestacional).

Indicó que en ocasiones, la restricción del crecimiento intrauterino es la consecuencia de un problema que impide que el bebé reciba suficiente oxígeno o suficientes nutrientes. Esta falta de nutrientes hace más lento su crecimiento.

“Cuando hacemos la detección de estos bebés que se van quedado pequeños con respecto al peso que deben ganar según las semanas, es necesario hacer una vigilancia del flujo de oxígeno que llegan al cordón umbilical y a su cabeza”, concluyó Valeria Barrón.