El amor sana cualquier dolor
Teresa Alarcón de Pérez Teuffer, orientadora familiar y escritora, afirma que la felicidad se genera con repeticiones de algo que nos agrade y fortalezca
MÉRIDA, Yucatán.- Con la frase “No se puede tapar el sol con un dedo” y la encomienda de buscar siempre aquello que alegre la vida, que llena, que hace feliz y provoca vivir intensamente; lo que da el espíritu diferente para sobrellevar las cosas malas de la vida, inició ayer el programa radiofónico Salvemos una Vida, que se transmite a través de Amor 100.1, de Grupo SIPSE.
Como cada semana, ayer la emisión matutina del programa Salvemos una Vida, que se transmite por AMOR 100.1, de 11:00 a 12:00 horas, compartió con los radioescuchas y audiencias de redes sociales el tema “El dolor como parte de la vida del ser humano”.
La invitada en esta ocasión fue la orientadora familiar Teresa Alarcón de Pérez Teuffer, y tuvo como anfitrión a Jorge Barrera en la conducción del programa.
La también escritora y galardonada con la presea “Mujer del Año 2009”, estuvo de visita en Mérida para presentar su libro “Dolor con amor se sana”, que compartió a través de un taller y una conferencia.
El libro, el cual describió como sencillo de leer y comprender, es un parteaguas para entender el sufrimiento, depresión, ansiedad, angustia y desesperación, además de que plasmó en él su experiencia como madre de cuatro hijos, mujer, esposa, hija y terapeuta.
Teresa se considera una persona bendecida y feliz, aunque, dijo, con todas las dosis de dolor que cualquier vida atraviesa, por lo que sus libros, talleres y conferencias abordan temas y mensajes que merecen ser compartidos y escuchados.
“Creo que aceptar que uno sufre es el paso primordial, es decir, yo no puedo encontrar sanación para algo que no reconozco, conozco o no puedo aceptar que me duele, yo creo que se nos hizo esa idea de que hay sentimientos que son propios de la gente buena, fuerte, inteligente, y que otros son de cobardes, débiles, pero no es verdad”.
Durante la charla con Jorge Barrera, detalló que en su libro plantea que hay dos gamas de sentimientos: la cálida, que engloba aquellos que son agradables como la inspiración, emoción, ternura, alegría, compasión; y la fría, que involucra al enojo, rabia, rencor, resentimiento, ira, miedo, entre otros.
Lo importante, dijo la invitada, es que uno como ser humano acepte que se tiene que transitar por todas esas emociones, ser capaz de enfrentarlas, aceptarlas y resistirlas para poder manejarlas.
Aseguró que cuando los sentimientos se hacen presentes, pueden llegar de manera sana o convertirse en patología, pues no es lo mismo sentir miedo racional o irracional, este último acompañado de ansiedad, inseguridad, preocupación, etcétera.
“Todo dolor, por profundo que sea o por hondo que cale en el alma, como la pérdida de un hijo, de alguien que se quitó la vida, una discapacidad en un hijo, una traición de quien menos se esperaba, de todo eso el primer paso para superarlo es aceptarlo, y el segundo es adaptarse para salir adelante, como respirar, platicar con alguien, acudir a terapia, tomar medicamentos”, aseguró.
En el proceso de adaptación para salir adelante y ponerse de pie, comentó la escritora, tiene que ir inmersa la idea de que “todo dolor con amor se sana”.
A petición de Jorge Barrera, quien recordó que estamos a unos días de la conmemoración del Día de la Mujer, la terapeuta resaltó que la mujer por la manera en que fue constituida, tiene gran capacidad no solo para soportar el dolor, sino también para darle sentido.
“La mujer tiene la capacidad de no romperse y de mandar un mensaje de que uno se la puede pasar mal, pero no es necesario que se rompa, puede tolerar, enfrentar, adecuarse ante el sufrimiento y salir adelante”, precisó.
El conductor resaltó que desde temprana edad las niñas tienen un comportamiento más desarrollado que los niños, a lo cual Teresa Alarcón respondió que la mujer tiene una visión de amplio espectro, pues por naturaleza está pendiente de los suyos, pero destacó que es importante borrar los roles y centrarse en la esencia para hacer del mundo un lugar mejor.
Al hablar del manejo del dolor, la invitada explicó que hay cuatro fases: la aceptación, adaptación, actitud y mantener vivo el amor, porque éste a largo o corto plazo es el factor que activa la resiliencia (capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones adversas). “El amor es la salvación, el sano amor a uno mismo, a los suyos y de los tuyos, a la vida y a Dios”, abundó.
Agregó que el libro finaliza con la idea de hacer de la felicidad, un estilo de vida, es decir, la felicidad no es el resultado de que las cosas salgan como uno las planeó, sino que tiene que ser un estilo, que se genera con repeticiones de algo parecido muy seguido.
Por último, destacó que Mérida es un lugar privilegiado, con muchos valores y amabilidad, es, dijo, “un foco de esperanza para el país, para las familias, para los matrimonios, y con mucha gente comprometida para sanar el dolor de otros y ayudar a lograr vidas más plenas y mejores”.