Analizan en ‘Salvemos una Vida' los aspectos de la conciencia física, espiritual y emocional

El ser humano es altamente adaptable a los cambios y sólo quienes son capaces de adaptarse a la nueva forma de vida sobreviven, señala invitado al programa.

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Esperanza Nieto tuvo como invitado al psicólogo Miguel Ángel Tlacatelpa. (Jorge Acosta/Novedades Yucatán)
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MÉRIDA.- Con una invitación a crear conciencia de lo que somos, en dónde estamos, lo que hacemos y cómo nos relacionamos con los demás, transcurrió una emisión más del programa “Salvemos una Vida” que se transmite todos los viernes a las 11:00 horas a través de la estación la Nueva Amor 100.1.

En esta ocasión, bajo la conducción de Esperanza Nieto y la participación del psicólogo Miguel Ángel Tlacatelpa, con el tema “La conciencia” se analizaron diversos aspectos desde la conciencia física, espiritual y emocional.

Ambos reflexionaron sobre experiencias propias de vida, en las que varias veces se preguntaron quiénes son e iniciaron la búsqueda de ellos mismos. El invitado destacó que, a determinada edad, los jóvenes y adolescentes, durante la búsqueda de su identidad se empiezan a preguntar quiénes son y a qué vinieron al mundo.

La mayoría de las personas, en algún punto de su vida se hacen las mismas preguntas, sobre todo cuando se encuentran en momentos difíciles en los que tienen que tomar decisiones drásticas, por lo que están tomando conciencia del momento que viven.

Como parte de sus anécdotas, el especialista recordó que su hijo de ocho años le platicó que no sabía quién era y que Dios no lo escuchaba porque le pide cosas y no se las cumple, por lo que se preguntó ¿quién soy yo para Dios?

“Ahí empieza, uno se pregunta quién soy y por qué Dios no me escucha, dentro de la antología que es la ciencia que estudia el ser, se entiende y se conoce que la conciencia es esta parte de la esencia de Dios que todos tenemos, nos demos cuenta o no”, resaltó.

Explicó que la diferencia entre una persona muerta y una viva es que la primera ya no respira, lo que falta es su esencia que salió de su cuerpo, es decir, su espíritu.

Al decir, continuó, “ten conciencia de lo que haces o escucha a tu conciencia”, toda persona cree que se trata de una “vocecita” que les dice qué hacer para cada situación, sin embargo, eso dependerá de cada uno y de lo que le enseñaron durante su crecimiento desde niño hasta adulto.

La anfitriona consideró que hay cosas que desde adentro de sí mismas hacen sentir bien a las personas, y otras mal, algunas que les convienen, o no, por la situación, “y ello salta las culturas pues es Dios hablándoles”. Ante ello, el invitado respondió que es necesario hacer un análisis profundo y personal para saber si en verdad Dios les habla o es la voz de su mamá, de su abuelita o de alguien más, como parte de las creencias que tiene cada uno. Resaltó que Dios es el mismo para todos, aunque tenga nombres distintos.

“Ese ser que habita, nos demos cuenta o no, es esa conciencia que está en nosotros, nada más que nosotros estamos esperando que nos hable con una voz como la escuchamos, y el peso de la creencia va a influir muchísimo para confundirnos”, consideró Miguel Ángel Tlacatelpa.

Esperanza Nieto destacó que en los diversos ámbitos de la vida cotidiana de cada persona, como la escuela o el trabajo, las costumbres que enseñan los padres pueden estar en contra de lo que la conciencia dice o lo que se cree como conciencia.

Valores y costumbres

“El peso de la costumbre o de la narrativa familiar puede ser tan fuerte que uno las defiende, son valores epistémicos, se contraponen con lo que en este caso es la parte de la esencia y casi nadie habla de ello”, destacó el psicólogo al dar su opinión.

Sin embargo, reconoció que el peso de las creencias de las personas es muy fuerte y está sostenido a nivel de instituciones como la familia, la sociedad, el gobierno y las iglesias, y si no se tiene la contraparte resultan disfuncionales y obligan a las personas a seguir ciertas reglas.

La conciencia, coincidieron conductora e invitado, ayuda a las personas a tomar decisiones todos los días, desde el despertar hasta antes de dormir. Al situar la plática en el contexto de la pandemia de coronavirus, la conductora destacó que este tiempo ha obligado a las personas a tomar muchas decisiones con conciencia, lo cual ha sido un cambio fuerte que incluyó modificar costumbres, ritmos de vida, cómo vivir, entre otras.

“En lo personal, veo que en la forma que vivíamos del 2020 para atrás ya no va a ser igual ni la misma porque ya entramos a otro nivel de conciencia”.

Por su parte, el invitado, al ser cuestionado sobre qué pasará ahora en este contexto, consideró que el ser humano es altamente adaptable a los cambios, pero no todos quieren adaptarse, pero quienes son capaces de tomar conciencia de la nueva forma de vida, sobreviven.

Estamos, dijo, ante un reto maravilloso porque quienes tengan la posibilidad y las ganas de adaptarse a una nueva forma de vida serán quienes sobrevivirán y tomarán conciencia de sí mismos ante el cambio, por lo que en conciencia plena escucharán una voz superior.

Conductora e invitado reconocieron que no es una voz que se escucha, sino algo que se siente en el interior y que se expande dentro de uno y que le permite brillar. Aseguraron que la conciencia no pasa desapercibida, se hace notar y siempre recuerda lo que uno hizo y lo que no hizo, por lo que no hay peor juez que uno mismo.

El ser humano, reconoció Miguel Ángel, vive para experimentar y eso lo hace evolucionar y ser un mejor ser. Resaltaron que hay seres humanos que inspiran a los demás a seguir sus palabras, su ejemplo, a conocerlos, pues tienen una conciencia expandida, es decir, mayor conciencia de todo en su vida.

En este sentido, destacaron que la oración, el silencio y la meditación ayudan a que las personas se den cuenta del “yo soy”.

Finalmente, concluyeron que entre más gente preste atención a su conciencia, se tendrá una mejor humanidad y mejores personas.

El dato:
  • El teléfono de Salvemos una Vida, con atención las 24 horas los 365 días del año, es el 9999-45-37-77.

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