MÉRIDA, Yucatán.- La Virgen de Guadalupe en algunos casos es referida como solo una aparición ante Juan Diego, sin embargo, el doctor David Ricardo Ojeda Correa, en su libro “Más allá de su embarazo, una investigación médica y antropométrica en la Virgen de Guadalupe”, describe a la madre de Dios, como una mujer que además trae un mensaje de paz y esperanza, principalmente en estos tiempos difíciles por los que está pasando México y el mundo entero.

Así lo dio a conocer en el programa radiofónico “Salvemos una Vida” que se transmite todos los viernes por la estación Amor 100.1 FM, de Grupo Sipse, que en esta ocasión estuvo bajo la conducción de Esperanza Nieto.

El invitado especial de esta semana explicó que hablar de la Virgen es complejo y más porque en el texto se refiere a la etapa de embarazo por lo que no es solo una simple imagen como muchas veces se muestra.

“Mi abuelo Fernando Ojeda Llanes es un investigador guadalupano, de la Basílica, enviado por el Vaticano, él me platicó desde pequeño su trabajo sobre la Virgen, sin embargo, al ser médico y como profesional nos debemos a la ciencia, es por ello que investigué, aclarando, siempre y cuando sea una persona y no un simple dibujo”, indicó el especialista.

En el libro se detalla todo el aspecto médico que se puede obsevar en la imagen que por medio de antropometría y medicina se puede comprobar. Ahí se demuestra que la madre de Dios tiene proporciones humanas perfectas.

“Eso quiere decir que la mujer que está representada no es un dibujo sino una persona y sabiendo como médico que estoy enfrente una persona, nos llevamos una gran sorpresa pues descubrimos que tiene un embarazo de 38 a 42 semanas de gestación”, explicó.

La Virgen de Guadalupe en su indumentaria tiene flores brillantes que muchas veces a simple vista no se puede percibir, pero debido a la investigación hecha en el camerino de la Basílica en la CdMx, se pudo observar que una es diferente, al tener solo cuatro pétalos conocida como Nahui Ollin que significa sol en movimiento”.

El lugar donde se encuentra la flor coincide en donde se pudo escuchar el foco cardiaco fetal, por lo que, según Ojeda Correa hay una correlación con el cerro de la estrella de Iztapalapa, donde antiguamente se celebraba la fiesta más importante de los mexicas.

“Entre las otras revelaciones de la investigación también obtuvimos fecha de probable parto que fue el 12 de diciembre de 1531, es decir que Cristo nacería el día del solsticio de invierno, es por ello que decimos que no se apareció para que le construyan un cerro si no para traerlo a él. En sus palabras dijo: “Vengo a traerlo a Él que es todo mi amor, quiero que construyan un templo para poder dejarlo a Él”, exclamó.

A partir de ese momento es cuando nace el guadalupanismo y después de siete años se bautizan nueve millones de aztecas, es decir más de la cantidad de personas que viven actualmente en la Ciudad de México. Para los mexicas, una madre era lo más importante, era el vehículo que utilizaban los dioses para traer vida al mundo, por eso sacrificaban personas y seres amados, pero al aparecer la Virgen María, les dice que ha traído a Cristo, por tal motivo ya no necesitaban seguir con esas prácticas.

Detalló que Cristo es la que la viste, representando en sol, con la Luna a sus pies, es negra porque está en el eclipse, al representar que pisa el mal, y sobre su cabeza se ve una corona de estrellas.

“Se observó que la Virgen no tiene tiempos, que aunque su aparición en épocas antiguas fue un mensaje para los mexicas, también es para la actualidad. A cada uno nos puede dejar una enseñanza, vemos a una mujer dando a luz, trayendo esperanza en momentos complicados, mujer de Adviento, no es solamente la aparición, es una madre que está para cualquier cosa que necesitemos”, añadió.

El médico cirujano aseguró que todo lo hablado durante la emisión está justificado matemáticamente, médicamente, antropométricamente e históricamente, por lo que el texto lo pueden adquirir en las librerías de la Arquidiócesis de la entidad y en el teléfono 9991 08 63 56.

La conductora del programa hizo hincapié que los teléfonos en cabina 9-45-37-77 están abiertos para todo aquel que necesite ayuda, pues siempre habrá una palabra de fe, esperanza optimismo y aliento.