Manuel Pool/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- El próximo primero de junio inicia la temporada de ciclones tropicales en el Atlántico, y en Progreso ya comienzan los preparativos para organizar la logística a fin de afrontar esta época del año sin mayores problemas.

Como parte de esta labor, este martes, a un costado del Palacio Municipal, en el marco de la campaña de prevención y atención a emergencias en temporada de ciclones tropicales, la Conagua presentará a estudiantes y público en general los equipos de emergencia, como plantas potabilizadoras y generadores de energía móviles que se emplearían en caso de ser necesario.

Por su parte, personal de la Unidad Estatal de Protección Civil recordará el funcionamiento de las alertas y la manera en la que deben coordinarse con la autoridad municipal y otras instituciones ligadas con el tema para iniciar una posible evacuación.

Al respecto, el director de Protección Civil Municipal, Javier Couoh Jiménez, dijo que el Ayuntamiento, además de que ha iniciado un recuento del personal con que cuenta así como de los equipos y el estado en que se encuentran para darles mantenimiento, a través de la Dirección de ecología realiza la poda de árboles para evitar que con los vientos revienten cablerías o caigan.

También se programarán reuniones en escuelas para hablar con los alumnos sobre el tema, a la vez que se han efectuado reuniones para actualizar la lista de los refugios y constatar el estado en que se encuentran, y en este caso dijo que la Escuela Mártires de Chicago, que es clasificada como el número 2, ha quedado descartada por estar en mantenimiento, de tal modo que sólo se contará con cinco.  

Las acciones preventivas también incluyen pláticas con representantes y propietarios de supermercados, gasolineras y otras empresas que cuentan con espectaculares para que, en  caso de ser necesario, procedan a retirarlos, además de que se les recordó que las tiendas de víveres deben de contar con un stock adicional para afrontar la demanda posterior ante un fenómeno climatológico.

El funcionario recordó que desde "Gilberto", en 1988, no se registra en el puerto ninguna muerte relacionada con este tipo de eventos.

“Hay más riesgos en el caso de los nortes, ya que al disminuir las alertas a la gente prácticamente la agarran desprevenida y confiada”, apuntó.