Propinas, pilar de la economía de los restaurantes en Yucatán

El sector apuesta por capacitar a sus plantillas para que, con base en una atención de primer nivel, perciban mejores gratificaciones de los comensales que los visitan.

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La propina depende de la calidad de la atención y los restaurantes que la exijan pueden y deben ser sancionados, advierten. (Foto: José Acosta)
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Una importante fuente de ingresos para la plantilla laboral de los restaurantes es la gratificación que dejan los comensales, sin embargo, la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) Yucatán, Claudia González Góngora, asegura que la propina no es obligatoria y no se puede exigir al comensal que la otorgue.

Precisó que los trabajadores de esta industria viven de esta gratificación que deja el comensal por la atención que se le proporciona, en la  Canirac están conscientes de la importancia de la calidad y servicio que se le debe prestar al consumidor, apostándole a la capacitación del personal para brindar una mejor atención y servicio a los visitantes, que se verá reflejado en una buena remuneración al otorgar las propinas  cuando acudan a visitar los restaurantes.

“Quiero aprovechar este espacio para mencionar que la propina no es de carácter obligatorio, de acuerdo a la  Procuraduría Federal del Consumidor  (Profeco) no se puede exigir una propina dentro de los negocios”, señaló.

La propina no se exige 

Exhortó a los clientes que tengan algún problema en un restaurante afilado o no, a esta organización que preside que acudan a las autoridades correspondientes a manifestar la problemática en cuestión, ya que ellos como cámaras están enfocados en el sector industrial  y no tiene injerencia para recibir y hacer algo con respecto a alguna queja.

González Góngora dijo que otra situación que les ha impactado mucho es que el salario mínimo general, que en todo el país subió un 22 por ciento en comparación con el año pasado, lo que también es un incremento en los costos operativos, surgirá la rentabilidad y se le suma la inflación, se forma una bola de nieve que les ataca por todos los frentes.

“Las empresas del ramo, tuvimos que dejar ir a muchos trabajadores desde que comenzó la pandemia, ya que primero solo estaba permitido operar al 20 por ciento, paulatinamente nos fueron liberando la capacidad operativa y la cantidad de mesas que pueden ser ocupadas, por lo que hemos podido ir apareciendo de nuevas vacantes para ser ocupadas, las cuales en algún momento tuvimos que dejar ir”.

Resaltó que actualmente el sector restaurantero está ávido de este personal, están en busca de ellos, pues se están reactivando al 100 por ciento.

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