'La generosidad es parte de la cultura en Yucatán'
Bárbara Guasch Madáhuar, del Patronato Pro Niño con Deficiencia Mental, informó que en 'Construyendo Sonrisas' se atiende a 132 beneficiarios.
Cecilia Ricárdez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Con la convicción de que la gente de Yucatán es generosa, Bárbara Guasch Madáhuar aceptó el reto de formar parte del equipo de voluntarias del Patronato Pro Niño con Deficiencia Mental “Construyendo Sonrisas”, al cual lidera y coordina para seguir ofreciendo un servicio de calidad y con el que promueve acciones en las que involucra al sector público, privado y la sociedad civil por una buena causa.
En reconocimiento a la labor de la fundadora de esta organización, Elsie Cisneros de Seguí, presidenta vitalicia del patronato, Bárbara trabaja con el compromiso de seguir multiplicando el beneficio de la mano de los profesionales que imparten las terapias, los padres de familia, el personal administrativo y voluntario, que aportan parte de sí mismos para brindarles una mejor calidad de vida sus beneficiados.
Actualmente se atiende a 32 personas, cuyos servicios tienen un costo mensual de tres mil 500 pesos por cada uno, es decir 462 mil pesos al mes, cifra que se procura gracias al trabajo constante del voluntariado de esta agrupación. A los estudiantes se les cobra una cuota simbólica de 100 pesos y aumenta la cifra de acuerdo a las posibilidades de la familia, porque la organización busca que ambas partes se comprometan, porque aunque se vive de las donaciones, la labor de los profesionales no es gratuita.
Generosidad que viene de familia
El espíritu de servicio es parte de sus genes, desde niña con su familia se involucraron en actividades altruistas y en su juventud participó en apostolados, pero fue hasta su edad adulta cuando decidió comprometerse.
“Ayudaba al patronato de manera externa, colocando las agendas que se vendían a beneficio y una vez me dieron un donativo y lo llevé personalmente a sus instalaciones, conocí mejor lo que hacían y me enamoré de la causa”, recordó y comentó que su madre la apoya como donante activa y constante.
De esta manera, hace seis años se inició como voluntaria de “Construyendo Sonrisas” y destacó por su labor entusiasta y por conseguir resultados inmediatos, así como por sus propuestas continuas para contagiar a más personas a involucrarse en la labor.
Dentro del grupo de voluntarias fue adquiriendo diferentes responsabilidades, incluso en la parte financiera con su cargo de tesorera, y en el proceso su predecesora, Claudina Vales, la propuso para ser la cabeza del equipo.
“Cuando acepté pensé que sería igual que antes de ser presidenta, pero me di cuenta que implicaba más tiempo y trabajo pero vale la pena”, abundó.
Retos de la causa
“El principal reto es mantener y elevar la calidad del servicio que se brinda aquí y otro muy importante es la procuración de fondos, combinar la vida personal, aprender de la labor de los profesionales, especialistas en educación y terapia. Hay más de 40 apoyando. Todas las familias tienen historias que inspiran y conmueven, cada vez que platico con los padres se aprende a respetarlos, porque ser mamá ya es un gran reto, y es aún mayor con un hijo con alguna discapacidad”, abundó.
Calificó como admirable la colaboración de las madres en los avances de los hijos, porque muchas enfrentan la condición de sus hijos solas, porque el padre no se hace responsable.
“He fortalecido el tema del servicio, todos deberíamos ayudar, en Yucatán hay muchas asociaciones e innumerables personas dispuestas a apoyar, la generosidad es parte de la cultura. Todos podemos aportar a pesar de la agenda, pero también se entiende que si no hay tiempo, pueden donar y eso es valiosísimo, más en asociaciones como Construyendo sonrisas”, agregó.
Construyendo sonrisas
“Construyendo Sonrisas” tiene 132 beneficiarios, personas de diferentes edades a las que se les apoya a través de diferentes programas como el escolar, dentro del cual incluye talleres laborales, terapias y vida independiente, esto va desde lo más sencillo que es acomodar su propia cama hasta aprender a cocinar.
Los estudiantes, dependiendo del síndrome, requieren de terapias para ayudarles a valerse por sí mismos, para aprender a trabajar y poder salir adelante. Cada padecimiento tiene su propia rutina de trabajo, todos tienen su manera de tratar, dependiendo de lo que la persona necesite.
También cuentan con un “Desde Casa”, donde las personas utilizan a la asociación como apoyo. El tercero es “intervención temprana”, donde a los recién nacidos les ayudan a trabajar los músculos, el lenguaje, etcétera y por último “cita abierta”, donde las personas acuden a la asociación cada mes o cada quince días para sus terapias o consultas.
Bárbara señala que con este apoyo que requiere de grandes esfuerzos profesionales y económicos, desembocan en beneficios a largo plazo cuando constatan los avances.
“Construyendo Sonrisas” fue fundada por iniciativa de la señora Elsie Cisneros de Seguí, hace 60 años, cuando en Yucatán no se abordaba el tema de discapacidad y menos la atención, por lo que las familias de esa época sólo tenían la opción de tratar a sus seres queridos en la Ciudad de México. Con la creación de la asociación, se sembró la semilla del respeto de las personas con alguna discapacidad, para procurar su habilitación, educación e inclusión a la sociedad, ya que fueron los primeros en poner a profesionales a disposición de este sector.
Datos
- “Construyendo Sonrisas” ya cuenta con el rango de Institución de Asistencia Privada (IAP).
- Realiza actividades en coordinación con autoridades estatales y municipales.
- Cuentan con alianzas estratégicas con otras asociaciones.
- Es reconocida por su aportación en el tema de atención y educación de personas con discapacidad.
- El Patronato Peninsular Pro Niños con Deficiencia Mental A.C. “Construyendo Sonrisas” recibió un reconocimiento como Organización de la Sociedad Civil Comprometida con la Educación por parte del Instituto de Educación para Adultos del Estado de Yucatán (Ieaey).