¿Qué son las cabañuelas mayas?
Las cabañuelas mayas son un conocimiento que está vigente y permite pronosticar el estado del tiempo en los próximos meses.
Las cabañuelas mayas o Xok k’iin permiten, por medio de la observación y el registro que se realiza en enero, pronosticar las condiciones climáticas el resto del año, afirmó el ingeniero agrónomo maya Bernardo Caamal Itzá,
“Este conocimiento maya está vigente y nos permite no sólo pronosticar el estado del tiempo en los próximos meses, sino que también está relacionado con la siembra de la milpa. No podemos darles la espalda a conocimientos generados hace miles de años en territorio maya”, señaló.
El promotor de esta ancestral cultura, conocido como “El Arux”, agregó que en las milpas de la Península de Yucatán se continúan cultivando las semillas de maíz Xmejen Naal (maíz de ciclo corto) y Xnuk naal (maíz de ciclo largo).
“Para mejorar la semillas tuvieron que considerar los tipos de suelo, la antigüedad del espacio (milpas nuevas o cañadas), los tiempos en que se presentan las lluvias, sequías, frentes fríos, entre otros elementos de vital importancia para cultivar el ichkool o la milpa”, apuntó Caamal Itzá.
Indicó que, sin importar la situación kárstica de los suelos peninsulares, los mayas desarrollaron una agricultura que les permitió obtener los alimentos necesarios para los habitantes de las grandes ciudades.
“Esto significó tener un profundo conocimiento de su entorno y de los astros para desarrollar un calendario y sistema de pronóstico para cultivar la tierra con las semillas más idóneas. Así que, independientemente de la destrucción de los antiguos documentos que dan fe de su desarrollo agrícola, o del asesinato de sus antiguos ajmenes o sacerdotes, la información está presente en la oralidad de los pueblos, lo que permitió su preservación hasta estos días”, expuso Bernardo Caamal.
¿Cómo funcionan las cabañuelas mayas?
Explicó que “para la observación y del registro del Xok k’iin, la primera vuelta inicia desde que amanece el día primero hasta el 12 de enero; en estos días se registran las condiciones del estado del tiempo y a cada uno se le asocia con un mes: el primero a enero, el 2 a febrero y así sucesivamente hasta el 12 que corresponde a diciembre.
“En la segunda vuelta el conteo se hace a la inversa del 13 al 24 de enero, en donde el 13 será diciembre, el14 noviembre, el 15 octubre y hasta el 24 que es enero. En la tercera vuelta del registro cada día contempla dos meses del calendario Gregoriano, mientras que la cuarta y última vuelta se hace por horas del día 31 de enero, y de esta forma concluye el ciclo de la observación y registro”, indicó.
“Hoy en día, si bien existe un desarrollo tecnológico para el pronóstico del tiempo, en alguna región agrícola hay quienes trabajan las milpas y mantienen el uso de conocimientos sincréticos, aunque los hijos de los milperos cada vez están menos interesados en los antiguos conocimientos en el manejo de la tierra”, expresó.