Qué son los ciclones tropicales
El Poder de la Pluma.
Estamos en plena temporada de ciclones tropicales y considero que les resultará interesante saber a detalle qué son esos fenómenos, cómo se forman y cómo se clasifican; por eso me permito, amigo lector, compartir con usted algunos datos interesantes que nos ayudarán a entender a los señores que predicen el clima. Los huracanes traen consigo vientos destructivos, lluvias torrenciales, inundaciones y tornados.
Una sola tormenta puede causar estragos en poblaciones costeras e interiores y en espacios naturales en cientos de kilómetros cuadrados, como ocurrió en Yucatán con el paso de la tormenta tropical “Cristóbal” en junio, la cual, sin ser huracán, dejó bastantes daños en varios sectores. Pero, ¿qué es un huracán? Es uno de los más devastadores fenómenos meteorológicos ya que son capaces de destruir grandes superficies y territorios alcanzando velocidades que pueden superar los 250 km/h. Existen numerosos factores que influyen en la aparición de los huracanes, desde los fenómenos meteorológicos, pasando por las regiones en las que se originan, hasta la propia estructura del meteoro. Muchos de nosotros seguramente no conocemos todo el vocabulario necesario para entender su funcionamiento, por lo que necesitaremos un glosario de referencia. Este fenómeno se forma a partir de sistemas de bajas presiones con actividad lluviosa y eléctrica. Los huracanes tienen distintos nombres según la zona o la región en la que se producen. Así se Todo escritor, antes que nada, debe ser un gran lector, y en su trayecto de lectura va construyendo una línea de vida, como dice Mariana Hernández.
Es por ello que las recomendaciones de libros de los escritores suelen tener cierta atracción para quienes sólo nos quedamos del lado del libro, sin atravesar esa frontera arriesgada y peligrosa de la escritura. De ahí que adentrarse en los libros recomendados por escritores nos permite pasar de un libro a otro con la plena seguridad de la recomendación de un experto, que son casi, pero no mejores, de las de los amigos. En este sentido, también las editoriales han aprovechado este nicho de mercado para lanzar títulos donde los escritores hablan de sus lecturas favoritas.
Uno de estos títulos imprescindibles es “El amor de mi vida”, de Rosa Montero, un libro pequeño que contiene una vida lectora envidiable, pues la autora despliega una amplia lista de recomendaciones, buenas y malas, desde su ojo crítico, porque también es cierto que los malos libros también seducen al lector, sea por morbo o algo que nos atrae. No es el caso de “Seda”, de Alessandro Baricco, una de las recomendaciones que Montero hace y que me llevaron a leer esta fascinante historia de Hervé Joncour, un libro suave y seductor en todos los sentidos.
Otros libros que nos crean puentes hacia otras páginas son: “Leer o morir”, de Guadale llama ciclón tropical en el Caribe, tifón en el Océano Índico y mar de Japón. Una depresión tropical son vientos cuya velocidad máxima a nivel del mar es inferior o igual a 62 km/h. La tormenta tropical o ciclón tropical de núcleo caliente tiene viento máximo a nivel del mar entre los 63 y los 117 km/h. El siguiente paso es el huracán, que es un ciclón tropical de núcleo caliente cuya velocidad media a nivel del mar puede ser de 118 km/h o superior, dependiendo de la categoría del fenómeno. Existe una serie de causas y de disposiciones favorables para que se produzcan huracanes. En aguas cálidas del trópico suelen formarse previamente sistemas de baja presión y ondas tropicales.
Podemos decir que existen factores que deben estar presentes para que haya un huracán: un disturbio atmosférico preexistente en el que se incluyan tormentas, las temperaturas oceánicas cálidas, al menos 26 °C, desde la superficie del mar hasta 15 metros por debajo de ésta. Es en ese proceso de evaporación y la condensación eventual del vapor de agua en forma de nubes que se libera la energía que le da la fuerza al sistema tormentoso para generar vientos fuertes y lluvia. Otro factor es la presencia de viento cálido cerca de la superficie del mar que permite que haya mucha evaporación y comience a ascender sin grandes contratiempos. En el hemisferio norte, los ciclones giran en sentido contrario al de las manecillas del reloj y lo hacen en sentido favorable en el hemisferio sur.