MÉRIDA.- La estrella de Grandes Ligas, Randy Arozarena, llegó hace unos días a Yucatán pues este sábado se llevará a cabo su boda en el municipio de Conkal.

Arozarena es un beisbolista cubano que ha sido calificado como unas de las máximas revelaciones de la MLB al jugar la Serie Mundial con los Rays de Tampa Bay.

Según lo recabado, el deportista contraerá nupcias este sábado en la hacienda Santa Lucía, de Kantoyná, Conkal, con su prometida colombiana.

Arozarena destacó en la campaña recién terminada de las Ligas Mayores, pues fue una pieza importante para que los "Rays" llegarán hasta la Serie Final, tras coronarse campeones de la Liga Americana. Lamentablemente, el equipo del cubano no pudo coronarse campeón mundial, sin embargo, esto no fue impedimento para que él diera un paso importante en su vida privada.

Jugó en Yucatán 

El cubano tuvo un significativo paso por las ligas profesionales de Yucatán, pues estuvo con Naranjeros de Oxkutzcab en la Liga Naxón Zapata, Rockies de las Comisarías y Senadores de la Morelos en Liga Meridana. Posteriormente, Randy estuvo con los Toros de Tijuana, de la Liga Mexicana, y los Mayos de Navojoa, de la Liga del Pacífico.

Posteriormente, el equipo Cardenales de San Luis se aventuró a firmarlo con un contrato de 1.25 millones de dólares cuando tan solo tenía 21 años.

Randy pasó de San Luis a Tampa Bay para esta temporada, y con los Rays tardó en debutar debido a que tuvo una infección por Covid-19.

En la postemporada, Randy impuso el récord de jugador novato con más cuadrangulares, con 10, y el de más imparables, con 29. Como si fuera poco, con su último vuelacercas empató con Yasiel Puig, Yuli Gurriel, José Canseco y Tany Pérez como los únicos cubanos con 3 jonrones en una Serie Mundial.

A su llegada a Mérida, hace unos días, el beisbolista, originario de Pinar del Río, Cuba, visitó al alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, a quien le obsequió una pelota y un bate firmado por él mismo.

Igualmente, la estrella de Tampa Bay en Grandes Ligas visitó este jueves a la alcaldesa de Conkal, Hiselle Díaz del Castillo, a la que le regaló un bate personalizado y autografiado.