MÉRIDA, Yucatán.- Cada año, la zona de discotecas del área de Chicxulub Puerto se convierte en un sitio con un alto número de visitantes, y clientes, jóvenes principalmente, del puerto y municipios aledaños que buscan la fiesta nocturna; sin embargo, este año, la apertura de estos espacios de esparcimiento aún no se ha definido.

La directora de Espectáculos del Ayuntamiento de Progreso, Dulce Soberanis Gamboa, señaló que la apertura de estos sitios está “en veremos”, porque al igual que los gimnasios, todo lo relacionado con el esparcimiento recae en la tercera ola, y en la entidad apenas se acaba de abrir la primera. Como han señalado las autoridades, la continuidad de la reapertura depende del control que se tenga de los casos de Covid-19.

Por lo cual, las autoridades ahora trabajan sobre la indicación actual, preparándose para el siguiente paso, la ola 2, y determinar los días y horarios de funcionamiento. El control de los casos de coronavirus es crucial para determinar los siguientes pasos y con ello las inversiones que deban realizar los propietarios o arrendadores de los inmuebles, considerando la normatividad que deberán adoptar, “serán ellos quienes decidan”.

En la costa, la reactivación económica irá a un ritmo más pausado en comparación con Mérida, debido a las afectaciones causadas por la crisis sanitaria por el coronavirus Covid-19, que detuvo desde hace dos meses la actividad comercial en el Estado, y por los recientes embates ocasionados por la tormenta tropical “Cristóbal”.

Aunque esta semana inició la nueva normalidad en Mérida, la realidad es muy distinta en Progreso y algunas de sus comisarías, como Chuburná, Chelem y Chicxulub, donde el panorama es casi desierto, como se constató en un recorrido de Novedades Yucatán, realizado por los lugares mencionados.

Los pobladores aún mantienen los filtros de ingreso a las comunidades para evitar que personas ajenas ingresen y propaguen el virus, en otros están cerrados y unos más se permite el acceso después de dar un gran rodeo.

A unos días de lo que en otros tiempos ha sido la temporada más esperada por los pobladores de la costa, las vacaciones de verano, hoy la nueva normalidad no es aliciente para la reanudación de actividades en el puerto, donde a diferencia de años pasados a estas alturas ya habían limpiado, pintado y ambientado la zona, ahora, todo está en pausa, el semáforo de casos de Covid-19 está en naranja, y no se han dado permisos para actividades de esparcimiento.

La zona que año con año reúne a miles de personas que acuden al puerto a disfrutar de música y diversión se encuentra inactiva, solo algunos inmuebles que albergan a los restaurantes y discotecas más populares reciben trabajos de mantenimiento, en espera de la reapertura.