Patricia Itzá/MÉRIDA
El año pasado hubo una ligera reducción en el robo de las tomas de agua potable de bronce, al reportarse 156 menos que en 2017, cuando el hurto alcanzó los dos mil 600; la disminución es resultado de la estrategia de reemplazarlos por equipo de plástico, ya que no representan valor en el “mercado negro”.

La Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay) informó que el año pasado reemplazaron mil 100 aparatos de bronce, los cuales son vendidos por los ladrones hasta en 350 pesos.

Para seguir con el objetivo de disminuir este delito y evitar la venta clandestina de las tomas de bronce, la dependencia estatal planea reemplazar unas mil 900 de estos medidores.

La dependencia indicó que este delito se registra en toda la ciudad, pero las zonas en donde más casos han reportado son el sur y el oriente.