Reflexionan en un foro encíclicas de dos Papas
“Fe y razón”, de Juan Pablo II y “La luz de la fe”, de Francisco.
Martha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Motivados por la próxima clausura del Año de la Fe, la Comisión Diocesana de la Pastoral Educativa realizó con éxito el foro “Fe, razón y vida, Cristo maestro, filósofo y pastor ¡síguelo!”, que estuvo dividido en cuatro momentos importantes dedicados a la encíclicas del beato Juan Pablo II y el Papa Francisco.
La inauguración del evento estuvo a cargo del vicario General de la Arquidiócesis, monseñor Joaquín Vázquez Ávila, en representación del Arzobispo de Yucatán, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, así como el coordinador de Pastoral Educativo, Pbro. Raúl Francisco Cardoz Fernández.
Los ponentes fueron el rector del Seminario Conciliar, Jorge Antonio Laviada Molina; el maestro de la Anáhuac Mayab Francisco Javier Otero Rejón, el maestro del Seminario Rodolfo González Huerta y el nuevo Arzobispo, monseñor Jorge Carlos Patrón Wong. Las encíclicas “Fe y razón”, de Juan Pablo II, y “La luz de la fe”, de Francisco fueron las analizadas.
Monseñor Vázquez Ávila manifestó que el mundo actual ha perdido en muchos aspectos la brújula y ha crecido una desconfianza del hombre por alcanzar la verdad, ya que antes pensaba que sí era capaz de alcanzar la verdad, de pronto dejó de creer y se puso en tela de juicio, de manera que los últimos papas han tratado de restablecer esa relación como siempre fue en la iglesia entre la filosofía y la teología, es decir “Razón y fe”.
El foro estuvo dirigido a instituciones educativas, directivos, docentes, padres de familia, escuelas de Filosófica y Teología, así como fieles en general.
El foro fue clausurado por arzobispo de Papantla Patrón Wong, quien fue recibido entre con gran afecto por todos los asistentes.
La luz de la fe
Monseñor Patrón Wong habló sobre la luz de la fe, pues no luce sólo dentro de la Iglesia ni sirve únicamente para construir una ciudad eterna en el más allá, sino que ayuda a edificar las sociedades para que avancen hacia el futuro con esperanza.
Dijo que la meta final es el amor de Dios, habló que la familia debe ser sólida y que se debe de construir una sociedad de fe, esperanza y amor.
Señaló que la fe es una bien para todos, para una construcción de una ciudad diferente y eterna, incluso citó como ejemplo a la Selección Mexicana de futbol, ya que su meta no está alimentada por la realidad.