William Sierra/Mérida
Maestros, padres de familia y organizaciones de la sociedad civil exigieron a los legisladores no modificar la reforma educativa, aprobada la semana pasada en comisiones en la Cámara de Diputados, y no postergar más su votación en el pleno, evitando así someterse a imposiciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

En rueda de prensa realizada en el local la Vida Resplandece, en Prolongación Montejo, Gerardo Pineda Martínez, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, en Yucatán, indicó que este pronunciamiento se hizo de manera simultánea en todo el país, y enfatizó que postergar o modificar la iniciativa ya aprobada en comisiones, sembraría un pésimo precedente para la democracia y afectaría gravemente el derecho de los mexicanos, principalmente los niños y jóvenes a contar con una educación de calidad.

“Pareciera que está en juego el control político y económico de plazas magisteriales. No queremos regresar a una situación en la que el maestro dependa de sus relaciones sindicales, públicas y políticas”, indicó, tras enfatizar que abrirse a la posibilidad de regresar al poder de ciertos grupos, da pie a prácticas que solo postergarían el avance educativo.

También enfatizó que urge una reforma educativa, pues de esta manera se podrán resolver los grandes problemas que vive el país, pues la educación es el mejor camino para el crecimiento de México.

En ese sentido, mencionó que en el informe de 2018 del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, 1.1 millones de niños y jóvenes abandonaron la escuelas, siendo el bachillerato el nivel con mayor deserción, con 770 mil estudiantes, seguido de la secundaria con 300 mil.

“Estas cifras demuestran que en educación hay mucho por hacer y, hasta ahora, no se ha dado el nivel de importancia que debe tener este rubro para el crecimiento de la sociedad”, manifestó.