Refugios pesqueros y puertos de abrigo de Progreso y sus comisarías costeras han sido acusados en múltiples ocasiones de ser fuentes de contaminación de la ría y mar de Progreso.

Esto debido a la desmedida cantidad de basura, agentes limpiadores de embarcaciones y sustancias como aceites y combustibles que vierten ante la falta de conciencia del sector pesquero.

El hundimiento esta semana de la embarcación “San Crisanto XI” en el lado poniente del puerto de abrigo de Yucalpetén dejó nuevamente a la vista los problemas de contaminación presentes en los refugios pesqueros de Progreso y sus comisarías, en donde se puede observar a simple vista la presencia de plásticos flotando en el agua, así como de otros materiales sólidos, pero también se tiene la presencia de contaminantes líquidos sobre el agua.

Ante esta situación se han venido presentado diversas situaciones y desequilibrios ecológicos que, de acuerdo con expertos, podrían impactar negativamente al ecosistema y por tanto a especies de valor comercial afectando directamente a la economía de las poblaciones causantes de dichos desequilibrios.

Parte de estos problemas ya están presentes, como la invasión de medusas en Chelem, donde debido a la enorme contaminación, esta especie ha encontrado condiciones ideales para su reproducción y mantenimiento desplazando a una enorme cantidad de especies locales hacia otros puntos.