Candelario Robles/Mérida
Ante las presiones migratorias del gobierno de Estados Unidos hacia los paisanos, la llegada de remesas en el primer trimestre del año creció 4.6 por ciento, al pasar de los 44.9 millones de dólares en 2018 a 47.1 millones de dólares este 2019.

Información del Sistema de Estadística del Estado de Yucatán (SIEGY), precisó que el Estado se ubica en el lugar ocho a nivel nacional entre las entidades con mayor crecimiento en el envío de remesas provenientes de Estados Unidos.

Esas mismas cifras revelan que en todo el año 2018 la entidad recibió 204.5 millones de dólares por envío de remesas procedentes del extranjero, lo cual se traduce en un incremento de 13 por ciento respecto al 2017, en que llegaron 169.7 millones de dólares.

Cifra histórica

Información del Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya (Indemaya) sólo en Estados Unidos residen unos 185 mil yucatecos, la mayoría se encuentran en las ciudades de Los Ángeles y San Francisco, en California, Oregon, Texas, Colorado y Washington DC, y son de estas ciudades de donde proviene en gran parte las remesas que llegan a la entidad.

De ese número, 62 mil salieron de la zona rural hacia Estados Unidos, principalmente, de Cenotillo, Oxkutzcab, Peto, Muna, Tunkás y Motul, todos localizados en el sur del Estado; de esta número el 80 por ciento son hombres de entre 14 y 29 años de edad.

El titular de Indemaya, Erick Villanueva Mukul, recordó que el año pasado los migrantes yucatecos que habitan en Estados Unidos lograron enviar una histórica cifra de dinero al Estado, en remesas.

Reiteró que el gobierno estatal reconoce la aportación de los migrantes en materia económica, por lo que se decidió establecer una oficina de apoyo para que estos puedan hacer diversas gestiones.

“Se les ayudará a regularizar su situación, mantener los vínculos con familiares que desde hace años no ven. A pesar de la distancia, cada vez son más importantes para Yucatán, no solo para sus familias, sino por la economía que generan”, afirmó.

Villanueva Mukul aseveró que, en general, los yucatecos residentes en el vecino país “están más prevenidos y precavidos”, aunque permanece el flujo migratorio, así como el arribo de personas al Estado de Yucatán.