MÉRIDA, Yucatán.- Después de que especialistas analizaron la mejor opción para el paso deprimido, en 10 días se dará a conocer si será clausurado de manera definitiva, así lo informó el presidente municipal, Renán Barrera Concha.

La decisión final dependerá de qué tan costoso sea taparlo por inseguro para quienes transiten por ahí, esto después de que diera a conocer que no existe un presupuesto destinado para dicha obra.

“Estamos terminando de hacer el análisis porque lo primero que tenemos que garantizar es la seguridad de las personas que transitan por el lugar, porque no solamente tenemos que tomar en cuenta el tema del desagüe, sino también la medición y los análisis de las estructuras de las paredes, que es donde pudiera haber algún tipo de filtración, lo que significa un riesgo para los vehículos que transitan”, explicó.

Dijo que entre las alternativas está la reparación, pero también la clausura, si es altamente costoso o inseguro a pesar de las resarcimientos, lo cual se definirá en los próximos días, cuando se tenga el dictamen final que posteriormente se explicará de manera técnica.

“No tenemos recursos para invertir, pero sería la última opción dejarlo como está, por lo que no hemos dejado de trabajar con las diversas áreas de la administración municipal para idear lo que sigue”, indicó.

Con el díctame final se le dará  solución al embotellamiento que se tiene en estos momentos en el lugar, porque dicha obra está en los peores  momentos.

“Antes de la construcción el trafico fluía con tres carriles, sin embargo,  ahora se ha complicado porque solo hay uno en la superficie y los otros dos están en el subterráneo, pero están cerrado”. 

“Hoy en día tenemos un tráfico relativamente controlado porque no hay clases,  porque si no ese lugar sería completamente intransitable”, afirmó.

Responde a las declaraciones de Araujo

Respecto a las declaraciones que emitió la ex presidente municipal Angélica Araujo, sobre esa obra, en las que dijo que no se le ha dado mantenimiento durante las administraciones posteriores, el edil indicó que lo dicho refleja un desconocimiento de lo que sucede con esa obra que está mal diseñada y mal construida.

"Hemos tenido que vivir con las consecuencias, ya que cada administración ha tenido que repararla".

“En cada administración hemos tenido que reparar y componer asuntos cuando una obra se construye de manera adecuada, se puede tener 40 años hasta 50 sin que haya afectación”.

“En esta obra primero fue el tema de las rejillas en mi primera administración, después el tema de las inundaciones por una falta de capacidad de las bombas, en donde se tuvieron que comprar más”, indicó.

“También se ha cambiado la instalación eléctrica que estaba de forma subterránea y a la primera inundación hacia corto circuito con todos los cables”, precisó.

Años de inundaciones

Cabe recordar que cada que la capital yucateca es azotada por fuertes y constantes precipitaciones, el paso deprimo tiene que ser cerrado debido a las inundaciones que se registran en el lugar.

La inundación ha sido más evidente con las lluvias de las tormentas tropicales “Amanda” y Cristóbal” cuando cayeron en Mérida 488.4 litros por metro cuadrado, el 48 por ciento de la lluvia total del año, lo que rebasó la capacidad del sistema de captación del paso deprimido que empeoró con “Gamma” y “Delta”.

Cabe señalar que la Glorieta de la Paz fue inaugurada un 9 de octubre del 2011, sin embargo, durante el primer periodo como alcalde de Mérida de Renán Barrera Concha, se le revocó el nombre, exactamente en julio del 2013.

Por eso, ahora se le conoce más como paso deprimido, ya que en ese momento argumentaron que no debía ser llamado "de la paz" porque hubo hechos violentos que antecedieron la obra, como una fuerte protesta que sucedió el 4 de julio del 2011, cuando ciudadanos que se oponían a la construcción fueron repelidos con uso de violencia.

Hay que recordar que en ese momento gobernaba Mérida la alcaldesa del Partido Revolucionario Institucional, Angélica Araujo Lara, quien estuvo al frente del Ayuntamiento sólo 2 años, en los que realizó esta obra vial, encargada a la constructora Asesoría Proser.