Residuos peligrosos
Los residuos peligrosos son generados a partir de amplia gama de actividades...
Los residuos peligrosos son generados a partir de amplia gama de actividades industriales, agrícolas y domésticas. Son considerados peligrosos los remanentes que resultan de un proceso productivo, que, por su composición, presentación o combinación, puedan generar un riesgo presente o futuro, ya sea directa o indirectamente, para la salud humana y el entorno. Los procesos industriales generan una variedad de residuos con naturaleza sólida, pastosa, líquida o gaseosa, que puede contar con alguna de las siguientes características: corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas; asimismo, existen otras fuentes que generan residuos peligrosos, como son los hospitales, el comercio y la minería.
Los riesgos al medio ambiente y a la salud causados por los residuos peligrosos son un foco de atención, no solo en México, sino en el mundo, que ha propiciado que se generen disposiciones regulatorias (leyes, reglamentos y normas), que establecen pautas de conducta a evitar y medidas a seguir para lograr dicho manejo seguro a fin de prevenir riesgos, a la vez que fijan límites de exposición o alternativas de tratamiento y disposición final para reducir su volumen y peligrosidad.
La contaminación de cuerpos de agua (principalmente las aguas subterráneas) causada por la disposición inadecuada de residuos peligrosos, hizo que México diera una alta prioridad a su manejo. El manejo de los residuos peligrosos incluye los procesos de minimización, reciclaje, recolección, almacenamiento, tratamiento, transporte y disposición.
Actualmente, los países industrializados tienden a promover la minimización y reciclaje de los residuos peligrosos como la opción desde el punto de vista ambiental, pero ¿cuáles son las alternativas para su manejo? Las principales son el reciclaje, la alternativa más productiva es la que después de un proceso específico convierte los residuos peligrosos en materia prima que se puede utilizar después en otro proceso productivo diferente. Otra es la destrucción, al hacer cenizas los residuos peligrosos, pueden ser confinadas de una manera más práctica y así ser clasificados como residuos estabilizados. Un ejemplo son medicamentos caducos o fuera de especificaciones cuyo proceso de confinamiento promueve la destoxificación, que es cuando se separan y concentran los componentes peligrosos en volúmenes reducidos y finalmente se estabilizan para evitar la generación de lixiviados. Un residuo es considerado peligroso si aparece en los listados contenidos en la Norma Oficial Mexicana: NOM-052-SEMARNAT-2005 y si presenta alguna de las siguientes características: corrosivo, reactivo, inflamable y tóxico.
Exsiten productos que se consideran como peligrosos e intrínsecamente como residuos peligrosos: Un ejemplo son los medicamentos caducos o fuera de especificaciones y estos deberán por sus características de riesgo enviarse a destrucción. Para la atención de la problemática por la generación de los residuos peligrosos, se generó un programa de visitas a los puntos de generación las cuales están a cargo de la PROFEPA,, según las estadísticas de esa dependencia tiene identificados a un total de 169,836 generadores potenciales de este tipo de residuos en todo el país. Todas las acciones que se realizan actualmente están encaminadas a evitar la proliferación de tiraderos clandestinos de este tipo de residuos. Cabe destacar que a razón del importante impacto negativo a nivel ambiental, y de salud de la población, que estos residuos producen, es que desde hace algún tiempo, los gobiernos, a instancias de denuncias de individuos particulares y de organizaciones que defienden el medio ambiente, empezaron a prestar especial atención a la problemática que surge de este tipo de residuos, y por tanto ya no se los evacúa junto con los residuos domésticos como se solía hacer, sino que se ha previsto una normativa especial para los mismos que indica cómo debe ser su remoción final segura. Según establecen la mayoría de las legislaciones actuales sobre residuos peligrosos, las empresas, o quienes produzcan los mismos, están obligados a clasificarlos como tales y a contratar servicios especiales que garanticen su correcto procesamiento y neutralización. Obviamente, la misma legislación prevé duras penas a quienes no actúen de acuerdo a esta disposición, porque la salud de las personas y del planeta depende de este cuidado.