Restauranteros y ambulantes tapan alcantarillas en el Centro
El Ayuntamiento detecta que al menos 2,500 desagües están tapados por desechos de comida.
Martha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En el Centro Histórico de Mérida hay unas dos mil 500 rejillas de la red de alcantarillado que presentan problemas de obstrucción a causa de residuos sólidos que arrojan los restauranteros y diversos vendedores ambulantes, de manera que la subdirección de Ecología y Residuos Sólidos ha iniciado un programa de capacitación sobre el manejo de los aceites comestibles.
El subdirector de Ecología y Residuos Sólidos Elgar Pech y Canul, expresó que desde el pasado mes inició con un programa de capacitación con los restauranteros que manejan y usan los aceites especiales, ya que el aceite comestibles está considerado como altamente contaminante.
La capacitación es para que todas las personas que tengan un restaurante o puesto de comida puedan ofrecer un mejor uso a ese líquido, es decir que sea reciclado o pueda servir para la producción de biodiesel, en vez que sean arrojados a las rejillas, ya que obstruye las alcantarillas.
Sobre el mismo tema, el subdirector de Servicios Básicos Municipales, Santiago Alamilla Bazán, expresó que la obstrucción y malos olores de las rejillas son constantes.
Las zonas que presentan más esos problemas son las rejillas de los alrededores del Museo de la Ciudad, en los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, así como las que están sobre la calle 60, 62, 61 y 63, estás principalmente despiden fétidos olores.
En las zonas de los mercados y el Museo principalmente se comentó que el problema, es a causa de los vendedores ambulantes, que arrojan los aceites de la venta de sus fritangas, que se combina con la basura diaria.
Ese problema comenzará a generar problemas ahora con las lluvias porque ocasionará que las alcantarillas rebosen, aunado a la basura diaria que arrojan algunos transeúntes, de manera que el agua pluvial causará encharcamientos en algunas zonas.
A consecuencia esas obstrucciones se necesitan desazolvar y limpiar esas rejillas cada semana, aunado al programa de limpieza que tiene todo el Centro Histórico.