Los análisis sobre la vida y obra de Felipe Carrillo Puerto que se están realizando en el marco del centenario de su asesinato, están redefiniendo mejor la historia de Yucatán, incluso el trabajo que otros personajes históricos tuvieron en este proceso y fueron clave en el retorno y la lucha del “Apóstol Rojo”.

Ayer por la mañana se realizó la mesa panel “100 años de Felipe Carrillo Puerto, educación y revolución en Yucatán”, en la Escuela Normal Superior de Yucatán “Profesor Antonio Betancourt Pérez”, organizado por la Segey.

El antropólogo Cristóbal León Campos dijo que este evento se organizó para contribuir a la difusión de la vida y obra de Felipe Carrillo Puerto, comprender el contexto donde se desarrolla su política de Gobierno socialista y los factores que influyeron a que muchas de sus políticas fueran transcendentes para la sociedad, como hasta el día de hoy.

“Como la instalación de modelos pedagógicos que buscaban la libertad de los obreros, del campesinado, de los niños, mejorar las condiciones de vida de la mujer, sus derechos, pugnar por esas series de injusticias que existían en esa época”, señaló.

Los racionamientos más exhaustivos sobre el “Dragón rojo de los ojos jade”, en el centenario de su asesinato, están redefiniendo la importancia o empuje que le dio el General Salvador Alvarado, que llegó a Yucatán casi una década antes que el “Apóstol Rojo” fuera ejecutado.

Si bien la obra de Carrillo Puerto, de acuerdo con Carlos Alberto Pérez y Pérez, historiador y doctor en Ciencias de la Educación, todo parte de Salvador Alvarado que sentó las bases que permitió el regreso del motuleño a Yucatán, que se había ido a pelear junto a Emiliano Zapata en la Revolución Mexicana.

“Carrillo Puerto venía realizando tareas social en Yucatán, por su manera de pensar a favor de los pueblos originarios, pero Alvarado tiene que enfrentar a la oligarquía yucateca para el establecimiento de normas que permitieran la emancipación del obrero y del campesino en el Estado. Le toca la parte más difícil, porque en la entidad no se tenía idea de lo que era el socialismo y como hasta la fecha se le veía como algo negativo y malo, pero para quienes ostentaban el poder económico y explotaban a campesinos”, expuso.

Por su parte, la maestra en Cultura y Literatura Contemporánea de Hispanoamérica, Verónica García Rodríguez, comentó que Felipe Carrillo Puerto es un nombre que suena mucho, en los colegios, en calles, libros pero en realidad “no conocemos quien fue este hombre ilustre y es necesario saber su obra”.

Precisó que la Revolución en el sureste llego cinco años después, con Salvador Alvarado, pero antes ya se estaba gestando, no la trajeron, pero se pedían otras cosas. Regresa Carrillo Puerto, se hace diputado; agregó que las mujeres pasan desapercibidas en la historia, como Rosa Torres, que llevaba correspondencia en la Revolución y es un referente femenino importante en la historia del país y del Estado.

“Es importante situar en la historia al ‘Apóstol Rojo’, porque parece como si estuviera completamente aislado de todo y no es así, el fue parte de un movimiento que ya se estaba gestando que no inicia ni acaba con él, pero le toca concretarlo”, aseguró.

Cristóbal León Campos manifestó que el motuleño busca pugnar por eliminar esa serie de injusticias que existían en su época, como la marginación y explotación en las haciendas, campos, ciudades, algo que era fundamental para una política que buscaba la justicia social, la equidad y la igualdad entre el pueblo yucateco, abrir los espacios de oportunidad para todos los integrantes de la sociedad.