Roba en casa de un enfermo de Covid-19 y pone en riesgo de contagio a varias personas
Personal del Ceama no fue notificado de que el adolescente detenido podría estar contagiado; la información fue dada a conocer hasta ayer durante una audiencia
MÉRIDA, Yucatán.- La Fiscalía consignó a un adolescente que robó en una casa, donde vivía un enfermo de Covid-19, pero no informó a las autoridades especializadas en justicia para adolescentes hasta que inició la audiencia de control, poniendo en riesgo al personal del Poder Judicial y a los internos del Ceama.
Por esta contingencia no se llevó a cabo la audiencia de imputación y el joven de 17 años de edad fue entregado a personal de la Procuraduría de La Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa), ya que es originario de Playa del Carmen y no tiene a nadie en esta ciudad. También esa instancia lo llevará a un hospital para que se le hagan las pruebas del Covid-19.
De acuerdo con la información proporcionada, el pasado jueves 23 de abril, el adolescente, junto con un adulto, ingresó a un predio de la colonia Morelos, en el oriente de Mérida, donde hurtaron varios objetos, pero cuando se daban a la fuga fueron detenidos por elemento de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Los dos fueron turnados a la FGE para la integración de la carpeta de investigación y durante las diligencias el denunciante informó al Ministerio Público que en el predio en cuestión habitan su hermano y él, pero el primero estaba ingresado en un hospital porque dio positivo Covid-19.
El Ministerio Público continuó la integración de la carpeta y el menor fue ingresado en la madrugada de ayer al Ceama a disposición del Juzgado Especializado en Justicia para Adolescentes.
Los fiscales no informaron de la posibilidad de que el joven podría estar contagiado de Covid-19, ya que en el lugar de los hechos habitaba una persona que dio positivo a esa enfermedad y está hospitalizada.
Fue hasta que inició la audiencia de control, poco antes de las 10:00 horas de ayer, cuando los fiscales comentaron esa cuestión, pero ya habían transcurrido cuando menos cinco horas de que el menor fue recibido por los custodios e ingresado al Ceama, donde incluso convivió con los demás internos en el desayuno.