Rodrigo Arjona Marcín, un empresario 'espectacular'

“Hay que aprender a perder. Es fácil acostumbrarse a ganar”, señala. Su experiencia y esfuerzo ha podido traer a artistas de talla internacional.

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Rodrigo Arjona Marcín, especialista en organización de eventos. (Juan Albornoz/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Alejandro Sanz, Chayanne, el Tri, Alejandra Guzmán, Juan Luis Guerra, Juanes y otros artistas de talla internacional tienen algo en común, todos forman parte del currículum del empresario de espectáculos Rodrigo Arjona Marcín.

Este joven director de la compañía Armar, que ha dinamizado el entretenimiento en Yucatán con decenas de conciertos desde hace seis años, atribuye el éxito al esfuerzo de todo el equipo que encabeza, así como a la dedicación y amor por lo que realiza.

A sus 26 años, Rodrigo cuenta con la experiencia suficiente para montar espectáculos de primer nivel en los escenarios yucatecos; este año tiene como meta proyectar 30 eventos, de los cuales tiene tres confirmados: el concierto de Sasha, Benny y Erik, el próximo domingo; Miembros al Aire, el 23 de marzo, y Ricardo Montaner, el 20 de abril.

¿Cómo descubriste la vocación empresarial enfocada al espectáculo?

Desde niño siempre tuve el interés de trabajar para ganar mi propio dinero. Recuerdo que a los seis años ponía en la puerta de mi casa una mesita para vender palomitas, dulces y chicharrones, en fin, siempre tuve el feeling para lo comercial. Me gustaba más trabajar que ir a la escuela.

Luego a los 17 años hice eventos en discos con Alex Cámara (locutor) y apoyé el lanzamiento de Fernando Fu, un artista español que ahora forma parte del trío Circo Pop, y años más tarde, con la empresa fundada, nos animamos para hacer nuestro primer concierto en 2007, con el grupo La Quinta Estación, en Mérida.

¿Qué papel ha jugado la familia en este proyecto de vida?

Es importantísima, crucial para mí. Me han apoyado muchísimo y mi padre Roberto Arjona Rodríguez hasta la fecha me sigue impulsando en los proyectos que nos proponemos. Nunca me ha dejado solo. Mucho de lo que he aprendido en este trabajo ha sido por mi padre, porque con él empecé a trabajar muy jovencito.

"Lo importante es no hundirse por una derrota, sino evaluar qué se hizo mal para no repetirlo”

La madre de Rodrigo es Elda Marcín Gahona, y tiene un hermano, Roberto Arjona Marcín.

¿Cuáles son los principales retos que enfrentas?

Son muchos, y cada día aprendemos de lo que hacemos. Hemos logrado más de lo que imaginaba. Nunca pensé organizar eventos masivos y con tanto impacto.
Cada avance nos sorprende y nos sirve para analizar qué se puede mejorar para seguir adelante.

Esta carrera es desgastante, porque son muchos aspectos que hay que atender y complacer: público, promotores, autoridades y artistas, especialmente a estos últimos, porque cuando trabajas con ellos, le cumples o le cumples, son divos (risas).

¿Cuáles son las principales lecciones que has aprendido de este negocio?

Hay que aprender a perder. Es fácil acostumbrarse a ganar, pero en perder está lo difícil. Lo importante es no hundirse por una derrota, sino evaluar qué se hizo mal para no repetirlo.

De todos los eventos, ¿cuál ha sido el más significativo?

Todos nos dejan una valiosa experiencia, pero el que significó un parteaguas, tanto en lo personal como en lo profesional, fue el concierto de Alejandro Sanz, en marzo 2009, en La Inalámbrica.

Por un lado, porque es un artista al que admiro, y por otro, porque como se supo en su momento, tuvimos complicaciones con las zonas que se mezclaron, la situación se salió de control al inicio, pero en cuanto cantó el artista, todos se calmaron. Admito que en esa ocasión tuvimos que resolver detalles al momento que nunca habíamos enfrentado, además del malestar de la gente.

Lo importante es que dimos la cara para afrontar las consecuencias y dar solución. Somos una empresa seria, con miras a seguir ofreciendo calidad. Ese momento fue estresante, pero la verdad no lo veo como algo negativo, al contrario, nos sirvió para saber qué errores debemos evitar.

¿A qué atribuyes el éxito de Armar?

Al trabajo de todos los que formamos la compañía, somos 25 los elementos base, que empujamos toda la maquinaria y llegamos a coordinar hasta 300 personas cuando se trata de un evento masivo.

Esto es posible porque a todos nos gusta lo que hacemos, y en cuanto a mí, es algo a lo que me quiero dedicar por mucho tiempo, ya intenté alejarme para hacer algo “más tranquilo”, pero no pude, la adrenalina y la satisfacción que siento por organizar eventos es más fuerte que mi deseo de tener un trabajo tranquilo.

¿Cuál consideras es el perfil del empresario de espectáculos?

Más que un perfil, creo que la cualidad principal que debe desarrollar es la serenidad para resolver todas las implicaciones de este negocio. Son muchos factores que se ponen en juego y especialmente para controlar toda la adrenalina que corre por tu cuerpo al saber que hay mucha responsabilidad en nuestros hombros, que al final del día se reduce a un espectáculo que dura hora y media, o dos horas.

¿Cómo visualizas a la competencia en Mérida?

Cada vez es mayor. Ahora podemos decir que cualquier artista de nivel nacional ya estuvo en Mérida, y de internacionales, también. Son pocos de los que están de moda que no han visitado Mérida. Eso ayuda a la que la gente sea más exigente, los yucatecos son más asiduos a asistir a espectáculos y eso lo valoran los empresarios. Aquellos de otros estados ven a Mérida como un diamante, pero hay que saber trabajar la plaza. Ante tanta actividad, lo que nos hace falta es un auditorio especializado, de unas cinco mil personas, para que sea factible.

¿Cómo ves en el futuro a Armar?

Como una empresa que continúa sólida y sigue aportando entretenimiento a los yucatecos, pero también a otros estados. Actualmente, estamos expandiéndonos a Cancún, Quintana Roo, y Villahermosa, Tabasco. El año pasado cerramos con 20 eventos, aproximadamente, y este 2013, pensamos llegar a los 30.

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