Roger, bardo en un rayo de sol
El sueño de esa generación de panistas era simple e indiscutible: hacer una Patria ordenada y generosa y una vida mejor y más digna para todos.
Fue que me lo encontré, o Dios que tanto me ha cuidado, me lo puso en el camino. El sueño de esa generación de panistas era simple e indiscutible: hacer una Patria ordenada y generosa y una vida mejor y más digna para todos.
A eso pusieron mano a la obra Roger y la juvenil Silvia. Ante el reclamo moral de hacer el bien, no faltaron Benito y Graciela, Xavier y Fidy y hasta un intelectual como Carlos Castillo acompañado de Julieta, reclamando el derecho de libertad de los ciudadanos en una plaza pública. Pero con intensidad de poeta la familia Cicero-Cáceres dio su mejor parte.
Soñaron en legisladores, alcaldes, gobernadores y hasta en presidentes de la Nación panistas y decentes. Eran sueños; pero su acción cotidiana, ejemplar, los empezó a lograr.
Lo recuerdo de dirigente, vendiendo boletos para la rifa de un carro, de legislador, de panista total.
Aunque a Efrén Maldonado no le guste que uno escriba de uno, Cicero me enseñó a hablar en público. Me dijo que si uno no siente y no está convencido de lo que dice mejor que ni lo diga.
Cubano Poeta Cicero: “Son los llantos que tienen que llorar nuestros ojos”.
En la lucha por la libertad: “Hay inquietud de pájaro en las torres”.
Es –como alguna vez dijiste de tu admirada Carmen Robleda de Solís Aznar– que me pareció verte, bardo, en un rayo de sol.