Sacrifican su vida adolescentes para poner en alto a Yucatán en la gimnasia
La mayoría de las jovencitas en esta disciplina sacrifican fiestas, viajes, salidas con los amigos, videojuegos y de comida chatarra.
William Sierra/Mérida
A diferencia de otras jovencitas de su edad, para las chicas integrantes del Centro Educativo de Gimnasia Olímpica de Yucatán privarse de fiestas, viajes, salidas con los amigos, videojuegos y de comida chatarra es algo común y, en cambio, entrenan de cuatro a cinco horas diarias, cuidan su alimentación y además van bien en la escuela.
Esto podría escucharse como parte de una disciplina militar, algo no propia de su edad, pero está lejos de la realidad, tal y como lo señalaron las pequeñas, que regresaron con las alforjas cargadas de metal dorado del Campeonato Nacional de Gimnasia Artística Femenil de Bases por equipos, demostrando que todo sacrificio tiene su recompensa.
De hecho, mejoraron en mucho lo realizado el año pasado, cuando fueron campeonas de dos aparatos por equipo, pero no del all around, como en esta ocasión lo hicieron en San Luis Potosí.
Esta vez fueron monarcas en viga de equilibrio, barras asimétricas, en el nivel cuatro fueron campeonas de la prueba de piso, tercer lugar en viga y en nivel seis fueron las mejores en all around general, un resultado nunca obtenido por Yucatán.
Dakota Díaz -quedó por tres décimas en segundo lugar de entre 113 gimnastas-, Nuria López, María Fernanda Vidal, Valentina Terán, Natalia Gómez, Jimena Reina Montera y Natalia Nic de la Garza se enfrentaron a los 53 mejores clubes del país. Para avanzar al nacional obtuvieron el pase en el regional, en el que acabaron en primer lugar.
El triunfo, coincidieron todos, fue producto de un trabajo de un equipo multidisciplinario, que inicia con los entrenadores Mario Sergio Carvajal y Adrián Pérez, encargados de los aparatos de salto de caballo, y barras asimétricas; Maidelín Suárez Blanco y Wimia Delgado Pérez, de ejercicios de manos libres y viga de equilibrio, así como de los padres de familia, que vuelcan su vida alrededor de sus hijas sacrificando viajes familiares, vacaciones, para que sus pequeñas puedan entrenar a un alto nivel, además cuentan con el apoyo de psicólogo y un nutriólogo.
“Es un poco difícil combinar la escuela, el entrenamiento y horarios de dormir, entre otras cosas, pero cuando ves estos resultados es cuando dices: vale la pena”, expresa Dakota Díaz, de 12 años de edad.
Nuria añadió que le fascina la gimnasia, a Valentina aprender algo cada día, y Natalia, de 12 años, señaló que, aunque comenzó un poco grande y se le hizo difícil la flexibilidad, cuando uno se lo propone se consigue.