Salvemos una vida: La depresión requiere de ayuda profesional

La psicóloga Mariana Rodríguez advirtió de los riesgos de este trastorno caracterizado por una tristeza profunda que lleva a cambios del estado de ánimo.

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La psicóloga y terapeuta Mariana Rodríguez Molina con su anfitriona y conductora durante el programa de ayer, Marilis Escalante.
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En la emisión de ayer de “Salvemos una Vida” se habló del silencioso problema de la depresión y de la importancia de estar atentos a los cambios drásticos de los estados de ánimo de las personas, para detectar si padecen este trastorno y así poder ayudarlas.

Esta vez, la conducción del programa que se transmite los viernes por Amor 100.1 FM de Grupo SIPSE y a través de su página de Facebook (que siempre emite un mensaje de esperanza y aliento a quien pasa por momentos difíciles), estuvo a cargo de Marilis Escalante, quien tuvo como invitada a la psicóloga y terapeuta Mariana Rodríguez Molina.

La encargada de la Subdirección de Salud Mental de los Servicios de Salud de Yucatán refirió que esta enfermedad es más común de lo que parece, la calificó como “un enemigo silencioso” que ha cobrado vidas, por ello, dijo, es importante detectarla a tiempo y darle apoyo y ayuda a quien la padece para que pueda superarla.

Durante el programa señalaron que este trastorno de salud mental y físico está caracterizado por una tristeza profunda, que lleva a cambios del estado de ánimo y que son claves para la detección de la depresión.

Comentaron que existe personas con predisposición a la depresión, ya sea por herencia genética, vulnerabilidad al haber padecido violencia, pérdidas afectivas y/o económicas, abuso de sustancias nocivas, la desesperanza, la frustración, el estrés, entre otras.

Síntomas claves

Mariana Rodríguez manifestó que para hacer un diagnóstico de la depresión los especialistas se basan en los síntomas y el tiempo en que se presenten; actualmente recurren al diagnóstico DSM-IV, en el que se señalan un conjunto de síntomas, que son: tristeza profunda, pérdida de interés y capacidad para hacer algo, dificultad para sentir satisfacción en actividades que eran de su agrado, desinterés, insomnio, agitación o alentamiento (sic) psicomotor, problemas alimenticios, entre otros.

Advirtió que si el paciente presenta de forma intensa más de dos síntomas de los mencionados, por dos o más semanas, se estaría hablando de que padece depresión.

La especialista manifestó que también se presentan sentimiento de culpa, de inutilidad y pensamientos recurrentes de muerte; incluso la persona se empieza a ver limitada en todas sus áreas, tanto laboral como familiar y social, ante lo cual se debe buscar ayuda para descartar que se trate de depresión, pues esto varía según la persona, pues todos tenemos diferentes procesos y/o mecanismos de defensa.

“Se puede tener una pérdida humana, laboral o pasar por algún problema significativo en la vida, pero si se tiene la capacidad de seguir funcionando, es decir, moviéndose, salir y hacer la vida diaria, estamos en procesos de duelo normales, pero cuando la funcionalidad se pierde, entonces ya hablamos de un problema de depresión”, explicó la psicóloga y terapeuta.

Cuatro áreas

Intensidad, severidad, tiempo y funcionalidad son las áreas importantes para hacer un diagnóstico de depresión, indicó la especialista en salud mental, pues cuando estos cuatro puntos se ven muy marcados por más de dos semanas, teniendo sentimiento de enojo y cambios de humor, se debe prender un foco rojo y prestar atención a la persona.

Marilis y su invitada comentaron que mucha gente con depresión que no acudió con el psiquiatra o psicólogo ha llegado a automedicarse y esto les permite esconder este padecimiento, pero no es lo sano ni recomendable; es entonces cuando la familia juega un papel muy importante, y por amor es preciso intervenir y cuestionar por el consumo de estos medicamentos y buscar ayuda.

Mariana Rodríguez dijo que existen muchos pacientes que cuando pasan por primera vez por un cuadro depresivo logran darse cuenta y buscan por sí mismos ayuda, asistiendo a los servicios de salud porque saben que lo que les sucede no es normal en ellos.

Destacaron que existe una estigmatización de todo lo relacionado con la salud mental, pero lo mejor es hacer oídos sordos y buscar ayuda, pues se sabe que uno no está bien y debe buscar su bienestar.

En este sentido, señalaron que la pandemia de coronavirus agudizó las emociones de las personas, pues el estrés de los protocolos de sanidad y la readaptación a esta nueva forma de vida ha llegado a afectar a algunas personas de manera emocional, aunado a las pérdidas de vidas que la pandemia contrajo, donde muchos perdieron a un familiar o amigo.

También las pérdidas económicas, pues otros más perdieron su estabilidad económica, ya que muchos quedaron endeudados con préstamos y tienen que vivir con el estrés de pagar estos compromisos y sus intereses; son factores que detonan problemas de estabilidad emocional como crisis de vida y depresión.

Distintos rostros

Se hizo hincapié en que la depresión tiene distinto rostro, dependiendo las edades y etapas, se presenta con distintas máscaras, pues en los adolescentes viene con el aislamiento voluntario, la falta de comunicación, problemas escolares, con los hermanos, y puede confundirse con los cambios de la adolescencia.

En los niños podría manifestarse con actitudes como: jugando empieza a agredir a otros, falta de concentración en clases y cambios de humor repentinos.

En tanto que los adultos son quienes presentan más la depresión que se encuentra plasmada en los libros, la que es mas detectable. “Muestran desinterés en querer hacer cosas, fatiga y apatía; en los niños su energía puede continuar muy alta, pero muy desorganizada”, manifestó Mariana tras destacar que debido a ello la depresión es más difícil de detectar en niños y jóvenes.

Finalmente, explicaron que el ambiente familiar influye mucho en la salud emocional de las personas y recordaron que cualquier problema tiene solución si se busca ayuda, para lo cual “Salvemos una Vida” tiene a disposición los números telefónicos (999) 9453777 y el 075, a los cuales pueden llamar las 24 horas del día para apoyarlos y recordarles que “vale la pena vivir”.

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