Salvemos una vida: El gran valor de la Divina Misericordia

El padre Federico Noh Euán, vicario de Pastoral de la Arquidiócesis de Yucatán, recuerda a los radioescuchas el significado de la bondad de Jesucristo.

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Marilis Escalante tuvo como invitado a el Pbro. Federico Noh Euán. (Jorge Acosta/Novedades Yucatán)
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La fiesta de la Divina de la Misericordia, que se celebra en el segundo domingo de la Pascua, invita a la comunidad católica a entender el significado de la bondad de Jesucristo y valorar el amor que tiene por todos, pues Dios tiene como esencia atributos especiales como el amor (en mayúsculas) y la verdad, manifestó el padre Federico Noh Euán.

El párroco de la iglesia “El Señor de la Divina Misericordia”, ubicada en el fraccionamiento San Ramón Norte, fue el invitado ayer en el programa radiofónicoSalvemos una Vida”, que se transmite todos los viernes de 11:00 a 12:00 horas por la estación Amor 100.1 FM de Grupo SIPSE, y tuvo como anfitriona en la conducción a Marilis Escalante.

El sacerdote recordó que el papa Juan Pablo II determinó que el Día de la Misericordia se celebrara el segundo domingo después de la Resurrección de Jesús, que también se le llama la “Octava de Pascua” y que este año corresponde al próximo domingo.

“Cuando se inaugura la Fiesta de la Misericordia, Juan Pablo II dice que se celebre ‘el segundo domingo de la Pascua inmediato después del domingo de la Resurrección’… por eso algunos textos dicen que se celebra el primer domingo después de la Resurrección, y como que se tiende a confundir que es el primer domingo de la Pascua, pero no, es el segundo”, aclaró el religioso.

Al entrar más a fondo en la charla, el también Vicario de Pastoral de la Arquidiócesis de Yucatán, explicó que la misericordia viene de dos palabras griegas: “miserer”, que significa sentir compasión por algo o alguien, aquello que está fuera de uno; y “cor, cordis”, que es del corazón; es decir, es la compasión desde el Corazón de Dios.

“La misericordia es este Dios que se compadece siempre de nosotros. Es: pienso especialmente en las personas que se sienten solas, ¿no?, cuando no tienen a alguien, qué bien se siente cuando uno se siente solo y alguien le sonríe o te sientes triste y no le encuentra sentido y alguien, simplemente con una sonrisa, mejora ‘todo’; entonces, imagínate a este Dios que, en su misericordia, en su amor infinito y en su corazón enternecido, lo mueve a salvarlo”, explicó el padre Federico Noh.

“Nace del corazón”

Marilis preguntó a su invitado si la misericordia es lo mismo que tener lástima, y el sacerdote respondió que no es así, porque la persona que siente lástima se entristece, es un sentimiento ordinario del ser humano que no implica nada; sin embargo, “la misericordia nace del corazón, y cuando se encuentra al verdadero Dios, se entiende que todo tiene que ver con la cruz”.

Se comentó que existen personas que atraviesan por momentos difíciles o tiempo de cansancio y llegan a pensar que “Dios se olvidó de mí”, por tantas dificultades, emociones y problemas; pero se dijo que hay que mirar la misericordia de Dios y su amor infinito, y entender que a lo mejor se trata de una acción que derivó en una mala consecuencia.

“Colgarse de Dios es escuchar siempre su palabra, es ‘estoy contigo, tú eres mi pueblo, a ti te he creado y cuando te hice te amé, te amo con todo con todo lo que soy y con toda su misericordia’… así tenemos que decir todos, que no hay otro como yo, entonces Dios me ha amado tan personalmente, con toda su misericordia, que me ha creado porque que confía que puedo sacar adelante mi vida porque está unida a la de Él”, señaló.

El presbítero y Marilis recordaron el dicho popular “A Dios rogando y con el mazo dando”, y al respecto el líder pastoral explicó que una persona que atraviesa por un problema tiene que avocarse a resolverlo, acompañado de la misericordia de Dios y del apoyo que él brinda con todo su amor.

Agregó que, en el ser humano que nunca se ha sentido solo, despojado o no tiene sentimientos, pasa algo, ya que esas vicisitudes casi todos las han sentido. Por ejemplo, cuando una persona atraviesa por un gran problema tiende a pensar que todos se han hecho a un lado y le han abandonado.

Explicó que la experiencia de soledad tiene que impulsar a la persona a salir del problema que atraviesa, porque sólo el que sabe que Dios está, le reclama, lo que lleva a entender la diferencia entre lo que es “sentirse solo” y “estar solo”.

“Ojo, porque la puerta falsa me va a llevar a la aniquilación; mientras que la puerta difícil de aprender a aceptar, me va a llevar a entender. Ahora sí, diríamos, ser misericordiosos conmigo y con los demás implica esfuerzo, veo la Cruz y miro este hombre y veo cuánto me amó, que yo valgo su vida”, subrayó el invitado.

El padre Federico insistió en que el amor que Dios tiene sobre cada persona debería ser una motivación especial y fuerte para salir de las adversidades, pues a veces son los egoísmos y “las terquedades” los que hacen encerrarse en uno mismo.

El perdón

Enfatizó que el ser humano, en general, está llamado a ser misericordioso, ya que los atributos que Dios posee, los muestra para que la gente los exprese, pues el amor pleno de Dios se puede compartir a través del hombre.

“¿Eres capaz de perdonar 70 veces 7?, por supuesto que sí eres capaz de eso, también eres capaz de asumir un dolor tan grande con un problema, con una circunstancia de enfermedad, una situación económica que nos lleva a veces al límite y a pensar barbaridad y media con nuestra vida, bueno, a ponernos en situaciones de pérdida; sí somos capaces de superar todas las adversidades porque somos imagen y semejanza de Jesucristo”, reiteró.

El vocal de la Arquidiócesis insistió en que ser misericordioso no es sentir lástima, sino generar una actitud positiva en el otro, es decir, ser empático con la otra persona no solamente en el ámbito sentimental o sensorial, sino que es una implicación de mi persona para con quien se siente mal.

“Primero, uno tiene que aprender a ser misericordioso consigo mismo, todo tiene solución, todo. Hay un dicho que dice ‘todo tiene solución, excepto la muerte’, pero no es cierto, también la muerte tiene solución, se llama lo que estamos viviendo ahora con la Resurrección de Jesús tras su muerte en la Cruz”, expresó.

Antes de cerrar la emisión del programa, el padre Federico Noh Euán envió un mensaje para todas las personas que atraviesan por algún problema o adversidad: que se cuelguen de dos importantes herramientas: confiar en Dios, buscarlo a Él y tomarse de la mano; y buscar a la comunidad para entender que no están solos y que a veces uno mismo se encierra y no quiere que nadie le ayude. “Tú tienes que salir adelante”, finalizó.

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