La mente también se puede 'entrenar'
Las emociones están relacionadas con lo que hacemos o dejamos de hacer en la vida, la productividad, los defectos y los aciertos
William Sierra/Mérida
Las emociones tienen que ver con lo que hacemos y dejamos de hacer en la vida, también están relacionadas con nuestra productividad, defectos y aciertos, señaló Emilio Castelo, instructor certificado de AtentaMente Constructores, en el programa radiofónico Salvemos una Vida, que se transmite todos los viernes por AMOR 100.1 de Grupo SIPSE.
Teniendo como conductores a Jorge Barrera y Malena Barquín, de Mérida Bonita, el invitado especial dio a conocer el proyecto nacional AtentaMente.
Esta agrupación civil que representa se dedica a la educación socioemocional, contribuyendo al bienestar social de niños, adolescentes, adultos y que no se basa únicamente en, por ejemplo, dormir bien, tener una buena alimentación, sino también “en lo que hacemos y dejamos de hacer con nuestra mente”.
El invitado mencionó que son varios los modelos que los expertos enseñan sobre qué son las emociones, cómo funcionan y evolucionan. El que promueven en AtentaMente es el modelo de Polekman, basado en cinco fases, teniendo primero un antecedente, cómo te sientes, cómo está tu mente y cuerpo previo a una experiencia emocional.
Después hay un disparador, algo que cataliza la experiencia emocional, que puede ser tener sueño, hambre, calor frío, pero también recordar algo.
“Un mismo pensamiento puede ser un disparador, un catalizador”, indicó.
La tercera fase es la experiencia, que se puede dividir en dos componentes. La afectiva y la conflictiva.
Al preguntar Malena Barquín sobre a quiénes están dirigidas las enseñanzas de AtentaMente, el invitado dijo que a toda la sociedad civil, teniendo la oportunidad de colaborar más con la secretarías de Educación Pública, Relaciones Exteriores, Hacienda e incluso con las Naciones Unidas.
De hecho, en 2017 y 2018 fueron parte de un grupo consultor respecto a todo el componente socioemocional, incluido en el modelo educativo vigente, dando capacitación en 22 estados del país.
También realizan desarrollo curricular, cursos presenciales con capacitación para directores, docentes y supervisores.
Igual mencionó que de acuerdo con la neurociencia, todo lo que nosotros pensamos, hagamos, sintamos emocionalmente, tienen un efecto en redes, una correlación sináptica, es decir una comunicación entre neuronas.
“Cada vez que decides conscientemente responder de una manera distinta, dejas de caminar las vías sinápticas viejas por nuevas, forjándose nuevos caminos en el cerebro, lo cual hace que sea más fácil cambiar actos”, explicó.
El invitado recordó que el nombre AtentaMente surge de una idea que se le ocurrió a uno de los socios, Julián Bellis, y tienen como lema “cambio yo, cambio todo”.
“Una mente atenta puede cambiar la perspectiva con la cual se interactúa con el mundo. Es la función más importante y con la atención de que se entrenan todas las demás habilidades socioemocionales, habilidades blandas dentro de las empresas”, abundó.
En ese sentido, dijo que lo que se busca es entrenar las herramientas para desarrollar la atención y a través de esto conocer nuestras emociones, y cultivar acciones pro sociales en beneficio de otros.
En AtentaMente tienen tres módulos que llaman a trabajar y vivir en equilibrio. El primero calmar la mente, cultivar el discernimiento, el segundo tiene que ver con las emociones y, por último, trabajar con las actitudes pro sociales.
También cuentan con una aplicación que se llama AtentaMente meditación y felicidad, que ofrece reflexiones guiadas con esas tres temáticas principales.
Malena preguntó en qué consiste la meditación; Emilio explicó que hay muchos tipos, aunque en el caso de occidente se les conoce más como prácticas de entrenamiento mental, las cuales, si se hacen bien “te saca de tu yo sólido y te amplía a reconocer que hay otras personas. De modo que admitir eso es algo gigante”.
Recientemente, el invitado especial, quien llegó procedente de la Ciudad de México, impartió en Mérida un módulo acerca del entrenamiento para el bienestar y la felicidad, en el que se analizan cuatro estados mentales: la ecuanimidad.
“Hasta las personas que me pueden caer mal desean lo mismo y que nos lleva a generar dos cosas, imparcialidad y empatía, surgiendo de estos los otros tres; el amor bondadoso, el deseo de que yo también puedan experimentar ese bienestar y sus causas. Otra es la compasión, reconocer el dolor y sufrimiento de alguien más, y por último, el regocijo, la alegría que se puede ver por todos lados”, subrayó.
“Todo esto tiene que ver con las emociones positivas que la ciencia está estudiando y hasta se pueden desarrollar. El Dr. Richard Davison habla de la resiliencia, de cómo te sobrepones a la adversidad y se puede medir, ver por medio de redes sinápticas en el cerebro y entrenar. Es decir, soltar aquello que está sucediendo genera una aceptación de lo que se está viviendo puede recuperar la posibilidad de ser resiliente.
“Saber que todo lo que se experimente es solo una circunstancia pasajera, puede ser tu salvavidas en un momento de mucho dolor”, añadió.
En el programa también participó Daniela Rivera, quien funge como coordinadora de AtentaMente en Mérida, quien dijo que a veces nos vinculamos más con los sentidos, e igual debemos de relacionarnos con el mundo a través de la mente.
La presencia de AtentaMente Mérida, abundó, será a través de un grupo, encabezado por Felipe Cervantes, que se está formándose para instructores certificados. Más información en Mé[email protected].