MÉRIDA, Yucatán.- “En la divina voluntad se encierra todo lo que Dios ha hecho, son cinco cosas: la trinidad, la generación del verbo, así como la procedencia del Espíritu Santo y en el exterior se da la creación, la redención y santificación”, explicó el doctor Salvador Thomassiny Frías, invitado especial del programa radiofónico “Salvemos un Vida”, que se transmite a través de la estación Amor 100.1, de Grupo SIPSE, bajo la conducción de Alis García y Ángel Pinto.

El doctor Thomassiny Frías indicó que la voluntad divina tiene varias aristas y no es necesariamente lo que Dios quiere. Pero para entenderlo se tiene que conocer lo que Jesús define como voluntad, son dos cosas: la primera es verla como una caja donde se van guardando todos los actos del ser, el ser humano tiene la voluntad de guardar todo lo que hemos ido desarrollando en nuestra vida.

“Se tiene que sanar el niño interior cuando algo que pasó en su infancia no se supera, por lo que se lleva consigo. La voluntad es la caja donde están guardados todos los actos, lo que hemos aprendido y cómo fuimos educados”, expresó.

“La segunda: Él define su voluntad como el motor del ser; todos tenemos determinado tipo de cualidades y atributos para que se manifiesten necesitan un motor”, agregó.

“Podemos decir que la voluntad es el motor y el recipiente en donde está guardada la vida. Por tanto lo que podemos decir que es la expresión del ser, de lo que somos, de lo que hemos guardado y vivido, lo que hace que nos desarrollemos”, enfatizó.

Salvador Thomassiny Frías señaló que, por tanto, la primera manifestación de la voluntad de Dios es ser permisiva, es decir que le dio libertad al hombre, la segunda es una voluntad querida, es decir, que quiere algo pero la decisión se la deja al individuo.

“Lo anterior significa que Dios quiere que muchas personas, sean religiosas o sacerdotes, y Él dispone todo lo necesario para ello, por lo que si aceptan ese encargo, Él otorga todo aquello que tiene preparado para que hagan una buena labor. Pero si dicen que no, no lleva culpa por ello, el hombre es libre”, señaló.

Thomassiny Frías informó que la tercera forma es actuar de manera ordenada, es por ello que estableció los mandamientos, y también hay una cuarta que casi no se ha conocido a fondo, la cual requiere unirse con la voluntad del hombre para actuar juntas.

“Cuando la voluntad de Dios actúa con la voluntad del hombre lo que resulta es un acto divino, el mejor ejemplo es cuando el sacerdote consagra, ese es un acto humano del hombre, es lo que nosotros vemos, pero dentro está también pasando el acto de Dios, ya que es Él quien consagra y no el hombre”, señaló.

De igual manera en el programa se dijo que Jesús en el evangelio deja una sola oración y es que la conocemos como el Padre Nuestro, donde se debe de entender que la voluntad se debe de hacer en la tierra como en el cielo.

“Cuando veamos a Jesús tal cual es sabremos lo que debemos hacer, cuando veamos a Jesús voy a ver al hombre verdadero y debe de tener una humanidad así como una voluntad creada, inteligencia y memoria, pero al mismo tiempo veremos al Dios verdadero, tiene igual una vida, voluntad e inteligencia divina, pero no tiene memoria porque Dios es un eterno presente”, explicó.

El doctor dijo que Dios nos creó que para ser felices compartir lo que Él es, lo que contiene; los católicos vivimos con la idea de llegar al cielo, eso es un ilusión a la que nos acostumbran, pero muchas veces la gente se opone cuando les dicen que llegarán a Él, por ejemplo cuando nos dan una mala noticia con una enfermedad terminal, en primera instancia se presenta la negación, la mayoría quiere seguir viviendo y no tener esa felicidad a donde se quiere llegar en el lugar siempre dicho”, explicó.

“Felicidad falsa es la causa de todos los males en el ser humano, es la ausencia de Dios en su vida, si esa es la causa lo siguiente es buscar cuál es el remedio, que se debe tener conocimiento de su amor”, añadió.

Salvador Thomassiny Frías dijo que la voluntad divina empieza a partir de revelación que le hace Jesús a una mujer italiana, Luisa Piccarreta, en 1865, a la edad de 18 años. Ahí empieza una relación muy intima con Jesús a través de una revelación.

Por lo que pasa 64 años de su vida en cama, no por enfermedad, sino por ofrecimiento, sin comer lo suficiente para mantenerse viva, ella solo recibía la eucaristía durante la misa diaria que un sacerdote oficiaba en su habitación y murió a los 82, por lo que se cree que vivió en voluntad divina.