Salvemos una vida: La violencia deteriora la capacidad de amar

La emisión de ayer tuvo como invitada a la artista plástica y activista Elena Martínez Bolio, quien charló acerca de las agresiones y el duelo colectivo.

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Jorge Barrera recibió a Elena Martínez, quien platicó sobre la importancia de poner atención a los tipos de violencia.
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El programa de radio “Salvemos una vida”, que se transmite por Amor 100.1 FM de Grupo SIPSE, en la emisión de esta semana, bajo la conducción de Jorge Barrera, tuvo como invitada al activista y artista plástica Elena Martínez Bolio, quien charló acerca del duelo colectivo y los diferentes tipos de violencia.

“Hoy tenemos un tema sumamente importante y muy original y contamos con la persona más indicada para podernos hablar de violencia y de suicidio. Ella nos va a explicar de qué se trata el activismo que está promulgando aquí en Mérida y créanme que con mucho beneficio para nuestra comunidad. Quiero presentarles con mucho gusto a la señora Elena Martínez Bolio, es activista a través del arte plástico y es una excelente bordadora”, mencionó Jorge Barrera al presentar a la invitada.

Elena Martínez agradeció la invitación al programa, la cual ha acudido en varias ocasiones.

“Soy bordadora desde niña, vengo de una generación en la que te presentaban el hilo y la aguja y eso ha sido como un medio de identidad familiar, de pertenencia a mi familia pero también un medio para innovar y para decir lo que no pude decir hace años, lo que intenté decir pero sin el éxito que yo quería tener, de sacar esa emoción. Para mí la aguja se vuelve un anzuelo para esas emociones que están muy por dentro y por eso lo llevo a temas de denuncia. Lo he llevado a sectores de prostitución cuando me invitan a participar para ilustrar un libro, el antropólogo Rasmussen y yo ilustro y también, el artista que admiro mucho Gabriel Ramírez ilustra con lápiz y yo con aguja, un libro”, expresó.

La invitada de “Salvemos una Vida” dijo que desde los 17 años de edad se fue adentrando en polémicas en observancia de violencia.

“Esta palabra que hasta cuando yo era niña, cuando era una jovencita no se oía tanto como ahorita. Es a través del hilo y la aguja donde yo puedo este expresarlo con más empatía con las personas. Porque no se espera que en una ambientación de un museo donde el usuario puede entrar y pasearse entre los objetos, estos son poéticos como por ejemplo, los trapos de cocina para determinar el abuso o el sometimiento de la mujer, otras veces son camisones, prendas íntimas o simple y sencillamente cubrecamas, donde hemos entregado nuestro cuerpo o hemos hecho escultura efímera. Entonces realmente, siento que es un el textil es maleable. No solamente bordo, sino que también hago cuerpos con textiles. También hacemos trabajo colectivo con mujeres para que aprendan a identificar las violencias que las están entristeciendo”, detalló Elena Martínez.

Expuso que esas violencias tácitas, que las mujeres no se atreven a denunciar, están normalizadas, pero les causan tristeza y se van apagando, perdiendo luz, brillo, seguridad e interés en la vida y en su familia.

“Es ahí donde entra mi trabajo, no para decirles ‘oye, estás te está tratando mal’, porque no me compete, sino simplemente para que a través de un hilo y una aguja y, por ejemplo, poner una sábana como una hoja ranurada de un cuaderno que diga ‘no es no’ y que a cada quien cuando le caiga en su mente y en su corazón, que es el ‘no’. Por ejemplo, ‘no te voy a atender a cenar’. Para estas comunidades son todo un evento y es algo que rompe su cotidianidad”, abundó.

La artista plástica remarcó que la violencia va deteriorando el autoestima y la capacidad de amar y es como una cascada, porque la mujer que es violentada también va violentar a sus hijos.

“Le guste o no, le va a presentar un agresor a sus hijos y ellos van a vivir con él, porque ella lo está permitiendo. Entonces, el hijo va a tener resentimiento con la madre porque está viviendo esa realidad. Es mucho lo que hay que ver y sinceramente, lo que yo hago es acercarme a estas ampollas, para que hagan un pequeñísimo cambio para mí, pero para ellas es un gran cambio. Es la punta de la lanza porque se puede soltar mucho más”, comentó.

Jorge Barrera destacó la labor de Elena y su experiencia de muchos años con varios grupos sociales y grupos de mujeres violentadas y que en el tema del duelo colectivo que maneja, se refiere precisamente a tantas mujeres desaparecidas, de las cuales no se sabe si viven.

“Hay en Mérida un grupo de madres de familia. Yo también me sorprendí porque apenas montamos la exposición el día 10 de junio para abrirla el día 13, las líderes de Unasse me cobijaron, orientaron y protegieron legalmente, para que yo pueda ser más asertiva en mis propuestas plásticas”, expresó.

Agregó que está agradecida por tratar el tema de la violencia que cada día es mayor, por medio del arte textil.

“El tipo de bordado que yo hago es de denuncia y no sólo yo, desde ‘Las madres de mayo’, que se han puesto en la cabeza los nombres bordados de sus seres queridos que han sido desaparecidos. Mi exposición se llama ‘Limbo’ porque antes al nacer, tenías tu acta de nacimiento y al fallecer, tu acta de función pero ahora en medio de eso, debería de haber un acta, pero es una ficha de búsqueda desaparecida, entonces ese es mi limbo. Ese es el limbo que yo muestro en esta exposición, fichas reales. Tenía que ser algo que nos sacudiera como sociedad, como grupo vulnerable, no sólo a las mujeres porque yo siempre he trabajado con grupos vulnerables, llámese de la tercera edad, niños con cáncer VIH o prostitución. Pero este grupo social de mujeres violentadas, somos todas las mujeres porque no hay una sola mujer que no haya pasado alguna violencia”, expuso.

La exposición “Limbo” se puede visitar en el Museo Regional de Antropología Palacio Cantón, en horario de martes a domingo de 8 de la mañana a 5 de la tarde. El acceso es para personas a partir de los 15 años de edad. Estará abierta hasta el 13 de octubre. 

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