Aprendamos lecciones de nuestras vivencias

La comunicadora Lianna Rebolledo, vocera del movimiento La Vida por Delante, comparte sus experiencias que le llevaron a sobreponerse al dolor y transformarse

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El conductor Ángel Pinto, Alis García (creadora de Salvemos una Vida) y la invitada Lianna Rebolledo, durante la emisión del programa. (Daniel Sandoval/Novedades Yucatán)
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William Sierra/Mérida
Nunca estamos solos, por difícil que sea el problema que enfrentemos, siempre hay esperanzas mientras tengamos vida, que es lo más preciado que tenemos y debemos atesorar, manifestó Lianna Rebolledo, vocera del movimiento La Vida por Delante, durante la transmisión del programa radiofónico Salvemos una Vida, que se transmite todos los viernes de 11:00 a 12:00 horas por AMOR 100.1 de Grupo SIPSE.

En esta ocasión, la anfitriona fue Alis García, creadora de este programa, acompañada del conductor Ángel Pinto, con quienes Lianna compartió un poco de su vida. Se dijo contenta de estar por primera vez en Mérida y, por supuesto, en Salvemos una Vida.

La periodista y comunicadora nació en la Ciudad de México, pero por ciertas circunstancias su madre se fue a vivir a Los Ángeles, California, EU, y se llevó primero a ella, a los 11 años de edad, y posteriormente a sus tres hermanos.

“Soy una mujer como muchas, que se levanta todos los días tratando de hacer una diferencia, que se cae muchas veces, pero se vuelve a levantar”, dijo al iniciar la charla. Madre de una niña, que “se le adelantó” pero le enseñó tantas cosas y de la que está agradecida por tanto amor, admite que la vida no es fácil para nadie, pero segura que vale la pena vivirla.

Alis coincidió en que todos en la vida tenemos momentos difíciles y alegres, siendo esto normal, pero que de los problemas, como dice Lianna, se puede salir adelante aprendiendo la lección para no volver a caer en los mismos errores.

“La vida es de aprendizaje, es un viaje del cual nadie está preparado para enfrentar muchas situaciones; tenemos dos opciones, nos amargamos o nos adaptamos, y de la actitud depende cómo vamos a enfrentarlas”, dijo.

Reiteró que la vida está llena de circunstancias, y en su caso, después de enfrentar la pérdida de su única hija se dio cuenta que cualquier situación o problema ya no es nada, que todo tiene solución, excepto la muerte.

“Mientras se tenga vida habrá una solución, cualquier cosa que te suceda es para transformarte y cambiarte. El dolor enseña a ser mejor persona, aunque de uno depende que esa experiencia amarga la utilices para bien o mal”, añadió.

Recordó que desde pequeña tuvo bien presente que cuando se vaya de esta vida no se llevará nada, pero lo que hiciera por alguien quizá marcaría una diferencia, y eso es lo que su hija y ella quisieron hacer.

Respecto al suicidio, mencionó que se debe tener presente que hay muchas enfermedades mentales, que muchos jóvenes están en una sociedad que vive de prisa, con una tecnología que avanza vertiginosamente, hay bullying y otras cuestiones que los llevan a tomar decisiones de las que se burlan de ellos.

“Es importante respetar el dolor de la familia y no juzgar a la ligera. Una pérdida involucra a muchas personas”, señaló, tras indicar que a veces no detectamos que hay algún desorden o cuando nuestros hijos están siendo víctimas de abuso sexual o bullying. Algunos aguantan hasta que llega el momento en que sienten que es la única salida (el suicidio).

“Personalmente lo intenté tres veces, después de un secuestro y violación que viví a los 12 años. Hay sentimientos de culpa; me decía que si no hubiera hecho tal cosa.., uno se castiga”, comentó.

Lianna agregó que en un momento de desesperación ingirió todos los medicamentos que le dieron y fue a parar al hospital, donde le dijeron que tenía tres semanas de embarazo y le sugirieron abortar. Sin embargo, en un ultrasonido escuchó los latidos del corazón de su bebé y comprendió que no estaría sola.

La invitada mencionó que lo más importante es escuchar y ver de qué manera podemos apoyar a esa persona, pues hay grupos de ayuda, especialistas.

Cuando su hija tenía cinco años, volvió a intentar suicidarse, pero se arrepintió al recordar que su niña la necesitaba. No volvió a considerar eso por muchos años, hasta que su hija “se le adelanta”, cuando tenía 27 años, y siente que se le va su motor de vida.

Ante esa situación, dijo, es necesario reconocer que se necesita de ayuda, y se puso en manos de sacerdotes, de tanatólogos, de un especialista en desordenes postraumáticos.

Su hija fue diagnosticada con una enfermedad incurable. “Vino con una misión muy grande, la cumplió haciendo mucho más de lo que otros hemos logrado. Me pregunté qué me diría ella si hubiera sido al revés, y entonces comprendí que me tenía que levantar, aunque no fue fácil”, destacó.

También manifestó que hay que escuchar cuando una persona dice que no tiene ganas de vivir, no tomarlo a la ligera. “Si me preguntan qué es lo más difícil que he tenido que pasar, es la partida de mi hija, pero sé que la voy a volver a ver algún día”, enfatizó.

Pese a todas estas experiencias difíciles vividas, Liana recibió la invitación de unirse y ser vocera del movimiento “La Vida por Delante”, y lo tomó como una señal para ayudar a otras personas, especialmente jovencitas cuyos padres les han cerrado las puertas o son abandonadas por sus novios. “La vida no acaba con un embarazo no deseado”, enfatizó.

También mencionó que para salir adelante de los problemas se necesita motivación, y si ésta se acaba, tener disciplina para seguir haciendo las cosas bien.

La invitada insistió en la importancia de escuchar a los hijos, de involucrarse más en lo que hacen, estar alertas ante cualquier situación o comportamiento diferente que se detecte, que no quedemos sumergidos en preocupaciones del trabajo o de los gastos. “Los hijos necesitan ser escuchados”, enfatizó.

Lianna Rebolledo manifestó que su hija le dejó algo bien claro: ser agradecida, valorar cada momento, fomentar amor, caridad; incluso, una semana antes de partir le dijo que continuara haciendo lo que le mueve “sin importar cuántas veces te caigas”.

También dejó en claro que es bueno sacar todo eso que pudiera estar afectando, pero siempre de manera positiva, y nunca decir que nuestra vida no sirve para nada.

“Muchas veces nos preguntamos cuál es nuestro propósito de vida, para qué estoy en este mundo, cuál es mi misión. Lo importante es que estamos aquí, debemos luchar por ser felices y poco a poco vamos a ir encontrándonos, sin que necesariamente tengas que ser lo que te dicen los demás”, agregó.

“Hay que hacer lo que a ti te gusta, lo que te apasione, trabajar sobre ese plan, esforzarte. A lo mejor no es tu talento, pero se puede convertir”, indicó la comunicadora.

En ese sentido, manifestó que cuando estemos por caer, no hay que dudar en buscar a Dios, pues pueden haber palabras que no son suficientes para apoyar y que hagan sentir el corazón.

“Mientras más cerca esté de Dios, más cerca estaré de mi hija. Esta es mi manera personal de ver las cosas, y sin importar cuál sea nuestra creencia, lo importante es buscar ayuda”, concluyó.

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