William Sierra/Mérida
Todos, sin importar si es hombre o mujer, tienen derechos y obligaciones los cuales deben ser respetados, no hay pretextos para sufrir humillaciones o violencia, se debe acudir de inmediato a pedir ayuda e incluso interponer una denuncia ante las autoridades correspondientes, expresó la abogada Ligia Cortés Ortega durante el programa radiofónico Salvemos una Vida, que se transmite los viernes por AMOR 100.1 de Grupo SIPSE, los viernes de 11:00 a 12:00 horas.

En esta ocasión, la anfitriona fue Esperanza Nieto, y la magistrada abordó el tema de la violencia en el hombre, algo de lo que no se habla mucho, pues la sociedad piensa que la mayoría de las veces las agresiones se dan solo en las mujeres.

En su experiencia de 30 años de trabajo en el Poder Judicial, la invitada dijo que conoció casos de diferentes delitos en contra varones, que “no se dan a conocer o no trascienden porque el hombre piensa que su dignidad ha sido afectada, que está por los suelos. De hecho, mencionan que cuando acuden a interponer una denuncia se burlan de ellos”.

La abogada comentó que incluso entre novios se está dando mucho esta situación, lo cual lamenta porque están dejando a un lado algo importante: el respeto entre dos personas.

“Así como se realza el respeto y la dignidad de la mujer, hay que realzar el respeto hacia el hombre, a la persona, porque todos somos creados a imagen y semejanza de Dios”, señaló, tras enfatizar que esa violencia es nociva para la sociedad.

Estas acciones, explicó, comienzan con gritos, insultos, malos tratos, burlas, empujones, que hacen que el hombre se vea indefenso al no contestar. Afirmó que en muchos casos ha escuchado que hombres le externan que responder a una agresión contra una mujer es algo que va en contra de lo que les han inculcado sus padres, especialmente aquellos que fueron crecidos con valores hace 30 o 40 años.

Por el contrario, la magistrada indicó que en la actualidad los jóvenes se desarrollan sin valores, no se tiene un respeto. Manifestó que cuando daba clases, en ocasiones tuvo que separar a muchachos y muchachas que se agredían de palabra o con pellizcos.

También recordó que conoció a una joven, de unos 20 años, cuyo novio estaba todo el tiempo con moretones, y pensaba que se debía a peleas en la escuela, hasta que un día una tía se dio cuenta que por debajo de la mesa la novia lo pellizcaba para que no se levantara a saludar a su mamá o cualquier otro familiar y permaneciera sentado con ella.

Al intervenir en la charla, Esperanza Nieto mencionó que el respeto hacia una persona es fundamental, ya sea hacia el hombre o la mujer, pues todos necesitamos sentirnos importantes, no menospreciados.

La licenciada Ligia Cortés destacó que todo acto de violencia ocasiona sufrimiento, y puede desencadenar en una incapacidad e incluso ocasionar la muerte. Y recordó que para juzgar y dictar sentencia de acuerdo con la ideología de género, ahora se debe verificar si la persona se encuentra en esa categoría, identificada por las Reglas de Brasilia (sobre acceso a la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad), al ser ahí donde se firmaron.

Lo primero, dijo, es identificar al grupo vulnerable, verificar la perspectiva de género, que incluye violencia intrafamiliar, donde uno se desenvuelva, grado de estudios, edad, género, condición económica, etc. “Esto permite ver si hay un desequilibrio en él o ella. Las autoridades tenemos que ver hechos probados, identificar esas relaciones que bien o mal han llevado esas parejas”, expresó.

Agregó que, cuando son casos de ataques que no se pueden comprobar físicamente, estos salen a la luz cuando se les llama a comparecer. “Cuando es agresiva, ahí lo demuestra, contestando en voz alta, o no haciéndolo; sus señas corporales revelan cómo es; las periciales que acompañan el proceso, como terapias de pareja, o diagnóstico de un psicólogo que indica por qué es así. Los que hacen estas pruebas están muy preparados”, señaló.

Actualmente, dijo, la mayoría de las personas acuden a derechos humanos al ver la importancia que hace esta dependencia de rescatar al hombre, la mujer, el adulto mayor, al niño. “Nosotros como autoridad estamos obligados a estudiar con pinzas dónde está la desigualdad, de dónde proviene, cómo. La familia puede tener estudios, dinero, pero si no hay amor, respeto, valores, y en cambio hay casa, carro, cada quien hace lo que quiere", enfatizó.

La magistrada recordó el caso de un señor con el que platicó un par de horas, que sin poder contener el llanto dijo que soportaba todo porque amaba mucho a su esposa y a sus hijos; tras quitarse la camisa mostró huellas de heridas con hebillas de cinturón, incluso hasta con alambre de púas, con el pretexto de que engañaba a su mujer, lo cual negó rotundamente. Tuvo oportunidad de conocer a la mujer, y cuando la invitaba a platicar decía que sí, pero luego se retractaba.

Esta persona, ingeniero de profesión, acudió dos veces a interponer su denuncia al Ministerio Público, pero acababan burlándose de él, sobre todo por ser una persona corpulenta, de 1.90 de estatura. También dejó en claro que nunca tuvo el deseo de responder las agresiones, pues sabía que por su corpulencia podía lastimar a su pareja, y ya estaba enfermándose como consecuencia de la violencia psicológica que también sufría.

Es más, sus propios hijos le decían que lo mejor era que se saliera de la casa y que ellos lo irían a visitar donde quisiera.

También decía que deseaba seguir con su vida, continuar apoyando a su familia, pero si se mantenía de la misma manera no iba a lograrlo e incluso temía que en un arranque de ira pudiera cometer alguna barbaridad.

La magistrada indicó que cuando se sufre violencia, lo que se debe hacer es interponer una denuncia, por que las huellas están a la vista y su hombría no va a rebajarse por acudir a denunciar a una persona con la que tenga o no un nexo. “Nadie tiene el derecho de lastimar a nadie”, enfatizó.

Renata, quien acompañó a Esperanza Nieto como conductora, comentó que en su generación no se aborda mucho el tema de la violencia hacia el hombre, como sucede con las mujeres, pues piensan que no se da.

La magistrada Cortés Ortega enfatizó que en las parejas de novios en que una de las partes permita cualquier acto de violencia, se debe buscar ayuda, y si con todo y eso continúa, lo más sano es separarse.