Importante prepararse para la tercera edad
El Dr. Diego Veyra Pingarrón recomienda a los jóvenes pensar cómo desean vivir esa etapa y asegurarse un futuro con seguridad y respaldo económico, pero sobre todo estar acompañados de la familia
William Sierra/Mérida
La tercera edad es una de las etapas importantes de la vida, en la que es prioritario prepararse para cuando llegue preguntándonos cómo la queremos vivir, qué esperamos de ello, de ahí que es necesario pensar en tener una seguridad, un respaldo económico, pero sobre todo vivirla con amor, en familia y no pasarla solos, expresó el Dr. Diego Veyra Pingarrón, durante el programa radiofónico Salvemos una Vida, que se transmite por AMOR 100.1 de Grupo SIPSE (también se transmite vía Facebook, a través de Salvemos una Vida Radio).
Teniendo como anfitriones a Jorge Barrera y Esperanza Nieto, el invitado especial, oriundo de la capital del país, pero que prácticamente desarrolló su vida laboral en Yucatán, mencionó que desde niño estuvo apegado a personas de la tercera edad, disfrutando las tertulias familiares con sus abuelos y de ahí surgió su pasión hacia la gerontología, de la cual tiene una maestría.
Ex delegado del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), señaló que cada etapa de la vida es muy particular e importante, y con frecuencia comenta a los jóvenes, “qué van hacer cuando sean adultos mayores, cómo se van a preparar para eso y con qué tipo de calidad de vida desean vivirla”.
Lamentó que actualmente haya mucha obesidad infantil, pues a diferencia de antes se ha caído en el sedentarismo y los niños y jóvenes prefieren estar sentados frente a un aparato, ingiriendo comida chatarra, en vez de estar activos, y todo eso con el paso del tiempo afecta de una u otra manera.
“Estamos llegando a una obesidad extrema, incluso Yucatán es uno de los lugares que está entre los primeros lugares en el país y el mundo. Esto crea muchos problemas”, enfatizó.
Médico cirujano egresado de la UNAM, con especialidad en radiología, recordó que en 1936 Lázaro Cárdenas emitió un decreto de salud en el que se prohibía todo método anticonceptivo, una ley natalista, para que “seamos más ciudadanos, más mano de obra para trabajar, lo cual llevó a matrimonios jóvenes con familias muy numerosas, pero eso igual ocasionó que no haya suficientes escuelas y oportunidades para desarrollarse”.
Ante esa situación, México tuvo que hacer un cambio en su política y entonces surgió el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Issste, fortaleciendo la seguridad social y una mejor calidad de vida, el índice de mortalidad va cambiando y comienza a darse un envejecimiento de la población.
A principios del Siglo XX de cada 100 fallecimientos ocho eran adultos mayores, es decir antes la gente moría más joven. De hecho, hasta 1943 la esperanza de vida era de 40 a 50 años.
Actualmente es de 75 a 77 años, aunque lo que varía en esta esperanza de vida es en la calidad. Si se lleva una vida sedentaria con drogas o sobrepeso, esto afecta.
El invitado mencionó que los “babyboomer”, es decir los que nacieron de entre 1945 a 1960, como es su caso, les tocó vivir una época de transición tecnológica, técnica y musical, hubo una gran transformación que avanzó muy rápido.
Ya en los años 70 hubo que realizar cambios en la política por la acelerada explosión demográfica, con mensajes como la “familia pequeña vive mejor”, promoviendo el uso de preservativos.
En México, se tiene una planificación familiar, con un crecimiento de 1.8, y la esperanza de vida es cada vez mayor, pues las instituciones de salud van mejorando.
También explicó que la palabra senecto tiene su origen en el senado romano, integrado por personas de la tercera edad, que en ese entonces era por arriba de los 40 años.
Para ustedes quién es anciano, preguntó el doctor, y al mismo tiempo respondió sonriente, que es todo aquel que te lleve 10 años en cualquier época de tu vida.
“La diferencia de una persona de la tercera edad y un anciano es desde el momento en que pierdes autodeterminación y autoestima. Ya no eres libre de lo que quieres hacer y dependes de terceras personas”, abundó.
El Dr. Veyra Pingarrón indicó que al aumentar la esperanza de vida hizo que se modifiquen igual las pensiones, con unas afores que en vez de generar están perdiendo, de modo que, si antes había adultos mayores pobres, más adelante tendremos mucho más pobres.
“Aquí es cuando le digo a los jóvenes, han pensado en qué condiciones, tanto de salud, económica, social y cultural quieren llegar a ser cuando estén en nuestra edad. Hay que pensar en un bienestar… no tenemos esa cultura del ahorro”, señaló.
“La vida se va como agua entre las manos y si hoy no hago lo necesario pensando en el mañana, qué nos espera”, dijo, tras mencionar que también es importante garantizar no únicamente un respaldo económico sino además el amor y familia, es decir, no estar solos.
Actualmente, mencionó que se vive en una sociedad consumista, en la que se busca obtener automóviles modernos o lo último en teléfonos celulares, “en fin, gastamos más de lo que deberíamos, y eso ha ocasionado que la madre también trabaje. Los hijos son educados con el servicio, y si bien les va con los abuelos”.
En su caso, admitió que cuando vivía en la Ciudad de México era papá de fines de semana, pues se la pasaba trabajando, lo cual no siempre es bueno, pues se pierden los lazos familiares, y fue hasta que estuvo en Mérida en que mejoró la calidad de vida, teniendo más tiempo para su familia.
“Es imprescindible fomentar los principios y no perder los valores. De hecho, estamos viviendo una crisis por falta de esto último. Es necesario revalorar las cosas”, comentó.
Al retomar la plática de cuando llega la hora de jubilarse, mencionó que si no se tiene un plan de vida llegará el momento en que la persona comenzará a sentir que ya no es útil, que no sirve para nada, lo cual le afecta emocionalmente.
En ese sentido, indicó que los grupos de las personas de la tercera edad son sumamente importantes, pues les hace sentirse vivos, incluso muchos obtienen ahí una segunda oportunidad.
“La piel se arruga, no el corazón”, comentó, tras añadir que tal vez no se tenga la energía de antes, pero el corazón y animo no decae.
El invitado especial señaló que las personas de la tercera edad tienen muchas cosas aún por hacer, y dar, por lo que se debe aprovechar al máximo.
Invitación
- Los teléfonos de Salvemos una Vida son el 945 37 77 y 075.
- El programa también se puede seguir por Facebook en Salvemos una Vida Radio, los viernes de 11:00 a 12:00 horas.