Cecilia Ricárdez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- 'Nos encontramos celebrando esta semana que nos permite conmemorar los misterios centrales de nuestra fe: la muerte y la resurrección de Cristo, quien entregó su vida para salvaros”, fueron las palabras del monseñor Rafael Palma Capetillo. 

Durante su asistencia al programa 'Salvemos una vida', conducido por Alis García y Mariliz Escalante, el guía espiritual puntualizó que es importante tomar esta semana como una jornada de oración y penitencia, que al mismo tiempo sirve para meditar profundamente en las cosas que el ser humano tiene oportunidad para mejorar.

Recapituló sobre los últimos momentos que tuvo Jesucristo vestido en manto de hombre aquí en la tierra y reiteró que fue capaz de sentir miedo y dolor, pero a pesar de él alentó a los discípulos diciendo: ustedes están tristes ahora, pero van a encontrar una alegría tan grande que nadie se las va a arrebatar.

Así es como Jesucristo aconseja que los seres humanos deben conducirse dando aliento a los demás aún cuando están en medio de la tristeza y del dolor.

'Este Viernes Santo fue una invitación para mirar la cruz, mirar a Cristo crucificado porque hay una enseñanza que nos deja: no hay gloria sin cruz', puntualizó Palma Capetillo. 

Día a día, los humanos se convierten en superficiales pues van en la búsqueda de la felicidad sin sufrimiento, pero monseñor invita a mirar el misterio completo, es decir, poder enfrentar las tristezas y el dolor, para celebrar la felicidad con paz y en armonía.

Estas fechas son una oportunidad para enseñarle a las nuevas generaciones sobre este concepto básico, incluso, en las celebraciones hay niños que preguntan ¿por qué sangra Jesús? ¿por qué le hacen llagas?, no obstante, los padres funcionan como instructores espirituales que deben explicarles que precisamente se trata del signo del amor de Cristo para la humanidad.

'Es un signo definitivo de victoria de Cristo ante la muerte y así rescató a la humanidad', dijo monseñor.

Agregó que así como Jesús fue solidario con los hombres, cada día es una oportunidad para seguir este ejemplo.

Un dato que no hay que olvidar es que así como las iglesias se llenan el Viernes Santo, así es como deben conducirse el resto de los días, no sólo una vez al año para redimirse y valorar lo que El Hijo hizo en la cruz.

'Todos los días hay que aprender a morir al pecado para resucitar con Cristo, así como todos los días tenemos que dormir y amanecer, pasar de la prueba y el dolor a la paz, luz y fuerza del amor', comentó.

Con estas conductas, los seres humanos se pueden convertir en servidores de la humanidad.

Al hablar sobre la muerte al pecado, se trata sobre la muerte espiritual, aprender a valorar la vida y cumplir con el llamado de conducirse de buena manera, con actitud de esperanza.

Jesucristo no ve al 'pecador' como es, sino como debe llegar a ser, y con esta mirada de padre bondadoso es como el hombre debe aprender a perdonar. 

De acuerdo con el llamado del Papa Francisco, la Cuaresma es una época para hacer renuncias voluntarias para ser cada día más fuertes ante las pruebas.

'No podemos vivir del antojo, de lo que se me ocurre hacer porque entonces daríamos rienda suelta a mucho desorden, por lo que es importante que haya disciplina y esfuerzo por amor al señor', dijo monseñor.

Con este importante mensaje, monseñor Rafael invitó a las personas a hacer la evaluación correspondiente de sus corazones con la intención de vivir en la fe y mantener armonía en el entorno.