Proteger a la niñez
Brindan información y recomendaciones para procurar el sano desarrollo de los infantes en un entorno libre de violencia física, sexual, psicológica o emocional.
Cecilia Ricárdez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Ni la infancia ni la genética son destino, se puede cambiar el futuro de una persona a pesar de episodios de maltrato en sus primeros años de vida, aseguró el doctor psiquiatra Arsenio Rosado Franco, durante su participación en la emisión de ayer del programa de radio 'Salvemos Una Vida', en la que se dedicó el espacio a ofrecer información y recomendaciones para procurar el sano desarrollo del niño y libre de violencia física, sexual, psicológica o emocional.
La conducción estuvo a cargo de Alis García y Mariliz Escalante, quienes agradecieron públicamente la colaboración del doctor, no sólo en las trasmisiones, sino en las acciones conjuntas con la asociación Salvemos Una Vida desde hace 21 años, que trabaja para la prevención del suicidio y en la cual especialista ha brindado sus servicios de manera voluntaria.
El tema se eligió a propósito del inicio del mes de abril, dedicado a los niños, con el fin de aportar datos y consejos para que los responsables de los menores hagan un mejor trabajo para evitar que estén en situaciones de riesgo y si son víctimas de algún tipo de abuso, actuar de inmediato, y si es necesario recurrir a un profesional o a las autoridades correspondientes.
'Se denomina maltrato o abuso infantil cualquier acción, física, emocional, sexual que no sea accidental hacia un niño por parte de sus padres o sus cuidadores, esta acción u omisión genera daño físico y mental, a mediano y largo plazo; esto impacta en el desarrollo de su cuerpo, sus emociones y hasta su sistema inmunológico. Se ha probado que un niño maltratado en muchas dimensiones desarrolla alteraciones psicológicas en sus estructuras mental y hasta fisiológica. También se da el caso de que repliquen las cadenas de abuso con sus hermanos más pequeños o compañeros de la escuela, es decir el bullying porque es una reproducción de la violencia que viven en casa', explicó el doctor Arsenio Rosado Franco.
De acuerdo con la página oficial de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), la violencia en México es un factor determinante de la deserción escolar e incluso, una causa importante de muertes infantiles. Miles de niños, niñas y adolescentes en el país crecen en un contexto de violencia cotidiana que deja secuelas profundas e incluso termina cada año con la vida de centenares de ellos. Gran parte de esta violencia, que incluye violencia física, sexual, psicológica, discriminación y abandono, permanece oculta y en ocasiones, es aprobada socialmente.
En el Estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños y el Informe Nacional sobre Violencia y Salud, según el Informe Nacional, 2 niños con menos de 14 años mueren cada día a causa de la violencia en México.
'Desafortunadamente el entorno más violento del niño es el hogar', apuntó del doctor y recomendó a los padres de familia a educar con el ejemplo para no formar niños maltratados o maltratadores.
'El padre no le grita, no le pega a mamá, y viceversa, no la humilla, se hablan de las acciones sin juzgar a la persona, sin condenarla y si eso lo ve el niño, de esa manera aprenderá a relacionarse. Por eso hay que explicarles de manera clara y sencilla por qué de la consecuencia, la crítica es a la conducta no a la persona', abundó.
En ese marco, destacó que la disciplina no debe caer en el maltrato, sino respetar límites sanos sobre las conductas que deben tener los miembros de la familia para lograr la armonía en el hogar, y crear un lugar seguro para el desarrollo de los niños, de lo contrario los factores de riesgo de abuso son mayores, porque los menores desconfían de los adultos más cercanos y son temerosos para hablar de lo que sienten, piensan o les sucede.
'Hay que escuchar a los niños, creerle cuando hablan de abuso, los padres deben estar atentos a esos comentarios, validar la emoción del niño y de acuerdo con la situación, si se comprueba hay que pedir ayuda de inmediato y recibir la terapia respectiva o denunciar. Hace 8 años se hizo un estudio por el Instituto Nacional Indigenista, se presentaron 10 casos de niños que se suicidaron, el factor común es que todos había tenido abuso sexual', agregó.
Explicó que un menor que vive en un abuso reiterado experimenta cambios conductuales, biológicos y fisiológicos a mediano y largo plazo, impacta en su desarrollo, no puede crecer en los parámetros regulares, se enferma, es proclive a la depresión, ideas suicidas y estas condiciones se asocian con problemas cardiacos y hasta cáncer, porque una persona que tiene estrés crónico, genera exceso de cortisol una hormona que se genera como respuesta de alarma, provoca depresión inmunológica y es susceptible a enfermedades graves.
El especialista dijo que si uno de los padres es el violento, la otra parte debe considerar la separación para no exponer a los hijos a situaciones de riesgo y aprender a relacionarse a partir de lo que ve en casa.
'La atención en el tema de un niño maltratado debe incluir al grupo familiar, no recomienda medicación, preferible la terapia psicológica y si es necesario la denuncia, la atención legal', apuntó.