Con la celebración de las fiestas de las vaquerías en los pueblos, y la activa participación de los gremios Yucatán, se incrementan las ventas de las tradicionales alpargatas, este fenómeno se atribuye, en parte, al fervor por la jarana tradicional, en la que tanto músicos como bailarines usan calzado adecuado para participar en las festividades, con comodidad y estilo.

En recorrido de Novedades Yucatán por los talleres en que se elabora este tipo de calzado, ubicados en el corazón del mercado de Lucas de Gálvez, detrás de los chicharroneros, donde se realizan también reparaciones de zapatos, chanclas y bolsos.

Para llegar, uno se debe dirigir por un largo corredor en el que hay varios locales tapizados con alpargatas, donde pueden encontrar desde las normales a las chillonas. Juan José Pacab Chí, quien ha llevado un negocio familiar por más de 45 años, indicó que se realizan 10 pares de alpargatas de llanta en un día, pero sólo uno de chillonas por ser un trabajo laborioso que se lleva toda la jornada.

Indicó que el característico sonido de estos zapatos es único, ya que cada artesano tiene su técnica, según él, consiste en colocar una capa de cuero al derecho y otra del revés para que, al caminar, el ruido se vaya disipando gradualmente. Este es un oficio que está en peligro de extinción, ya que a los jóvenes no les interesa aprender este proceso y la mayoría prefiere trabajar en oficinas.