La Orden de los Caballeros de Colón de Yucatán se viste de gala hoy, por el aniversario 17 de la fundación del Consejo 13963 “Monseñor Fernando Ruiz Solórzano”, cada año con mayor dedicación a la encomienda que recibieron, pues son un importante apoyo social de la Arquidiócesis de Yucatán y de los más necesitados.

Este Consejo se fundó el 25 de enero del 2006, teniendo como sede parroquial la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Cordemex. El Capellán es el padre Jorge Martínez Ruz y esta sociedad cristiana que cuenta con 68 miembros fungen como un brazo de ayuda social a la iglesia de la entidad y apoyan con la evangelización.

El Gran Caballero de este Consejo, Manuel Jesús Esquivel Hernández, recordó que entre los principios fundamentales que tienen están la caridad, la unidad, la fraternidad y el patriotismo; recordó que Andrés García Lavín, así como otros 28 compañeros fundó el segundo Consejo en la ciudad de Mérida, y su hijo Andrés García Gamboa, fue su primer Gran Caballero.

“Damos gracias a Dios de que cada año hemos cumplido y en otras ocasiones incluso superados lo que nos hemos propuesto; en el año de la pandemia estuvimos muy activos y pudimos apoyar a 13 párrocos del Estado, entre ellos los de Tekax, Colonia Yucatán y Chikindzonot, y de Mérida en Cordemex e Itzimná, ya que se quedaron aislados y sin recurso, ni siquiera para comer”, señaló.

Además de un Obispo de la Ciudad de México que quedó completamente solo al cuidado de su padre, no tenía ningún recurso porque no acudía nadie a la parroquia; el apoyo a los sacerdotes fue por 18 meses.

“Además de eso, logramos recolectar una cantidad bastante generosa de despensas, ropa para ayudar a la población, lo que nos permitió ese año batir nuestro récord de apoyos, desde nuestra fundación hace 17 años, pensamos que era una tarea difícil de alcanzar pero la superamos con creces, esto en el 2020; al año siguiente seguía este problema de salud y la gente estaba un más necesitada, porque no habían los empleos que pudieran generar ingresos”, señaló.

Precisó que volvieron a sus proyectos de recolección de despensas, ropa, juguetes, medicinas y efectivo para apoyar tanto a las parroquias, a los sacerdotes y a la gente de escasos recursos y más vulnerable de las colonias más alejadas; en ese periodo les tocó el honor de comenzar una iglesia en una colonia denominada Tamarindos, zona de terrenos invadidos, con casas de cartón y láminas, etc., y lograron que el sacerdote Patricio Sarlat Flores, párroco de una iglesia en el Fraccionamiento de las Américas, acudiera a oficiar misas cada sábado.

Comentó que el padre Sarlat Flores, de San José Sánchez del Río, invitó al Consejo 13963 para apoyar y asesorar en la instalación de una mesa redonda, la cual ya se formó, esto por mencionar un ejemplo de las tantas actividades que realizan en la entidad.

Esquivel Hernández dijo que ellos son benefactores de la casa del Sacerdote a la cual apoyan semanalmente con todo lo necesario para que tengan sus alimentos tres veces al día, ya que en este sitio viven presbíteros enfermos, discapacitados o que ya están muy ancianos, quienes requieren de una atención y alimentación estricta.

“En el albergue del Buen Samaritano ofrecen 30 cenas y 30 desayunos diario, son 13 familias que se encargan de esta noble labor, nos organizamos para que una vez por semana le toca a una de ellas, entregaron comidas el 25 de diciembre y el 1 de enero, esto representa erogación de recursos importante, sin embargo se le hace frente y les llevamos los alimentos a estas personas”, indicó.

Agregó que el pasado miércoles 18 de enero realizaron un evento en San Simón, una de las poblaciones pequeñas y alejadas del municipio de Santa Elena, como muchas que se tienen en el estado de Yucatán.

Resaltó que tienen otros compromisos mensuales, en estos ya no intervienen propiamente comprando cosas, sino le damos una aportación económica mensual o bimestral, a albergues, comedores, con las Madres de Santa Teresa de Calcuta, además entregan sillas de ruedas, equipo médico, ropa, pañales.