Martha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- De los 140 cenotes que tiene el municipio de Mérida, solo dos están habilitados como balnearios: el de Kambul, en Noc Ac, y Xlacah, en Dzibilchaltún, además el proyecto para georreferenciar esos cuerpos de agua va a paso lento, debido a que no hay presupuesto para esos trabajos,  informó la coordinadora de Difusión y Enlace de Patrimonio Cultural de la Dirección de Desarrollo Urbano, Cynthia González León.

En entrevista, la arquitecta González León exhortó a la gente a no utilizar los cenotes, ya que no hay una vigilancia ni estudio del estado en que se encuentran, de manera que podría ser contraproducente bañarse en ellos.

Explicó que solo los cenotes de Noc Ac y Dzibilchaltún son los únicos permitidos por el municipio para ser balnearios y que tienen las condiciones adecuadas para que la ciudadanía pueda ingresar sin riesgos.

Los otros 138 cuerpos de agua no tienen un diagnóstico, ya que no se autorizó el presupuesto para realizar el proyecto para el rescate de esos sitios.

Sin embargo, lo que se está realizando y a paso lento, ya que solo una persona es la encargada de esas acciones, es el censo de esos sitios de acuerdo con el Reglamento de cenotes, cuevas y pozos comunitarios.

"Desde el año pasado a la fecha solo hay 46 cenotes georreferenciados y sus características ya se encuentran en una base de datos para conocer si son cerrados, abiertos o semiabiertos, además de su ubicación, si están dentro o fuera de la ciudad, entre otros puntos", expresó la coordinadora de Difusión.

Agregó que se requiere de un presupuesto para realizar un trabajo más a fondo en cada uno de esos sitios, de los cuales muchos se encuentran en zonas de difícil acceso.

Ese diagnóstico de cada uno de los cenotes se solicitó desde el año pasado a través de la Comisión de Salud y Ecología para que se diera a conocer el “Manual de Buenas Prácticas en Cenotes, Cuevas y Pozos Comunitarios del municipio”.

También se realizan 18 acciones, como la aplicación correcta del reglamento en todos los cenotes, ya que no hay descripción de los patrones físicos, sociales y culturales de ellos, esto para permitir planificar las actividades relativas a esas fuentes naturales, señalando métodos para su conservación y protección.