Martha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Para el Ayuntamiento de Mérida no hay fechas límite para la recepción de las obras públicas del Centro Histórico, pero sí hay condiciones muy claras de qué únicamente se recibirán los trabajos cuando estén concluidos al ciento por ciento y que garanticen la calidad que merecen los ciudadanos en general.

Desde finales del año pasado se habilitó una mesa de trabajo entre las autoridades estatales y municipales, las primeras representadas por la Secretaría de Obras Pública (SOP) a través del organismo Inccopy y las segundas, las municipales, a través de las direcciones de Obras Públicas y Servicios Públicos.

En entrevista, el director de Obras Públicas, Carlos Arcudía Aguilar, aclaró que el municipio no se está negando a recibir los trabajos de rehabilitación del Centro Histórico, “no hay tal rechazo, como algunos indican”, tan es así que ha habido colaboración y entendimiento en las reuniones de trabajo y en las visitas de seguimiento y supervisión.

Agregó que cuando se comenzó a supervisar las obras hubo casi mil inasistencias en las obras, que poco a poco se han ido corrigiendo, pues destacan las rejillas rotas y desniveladas, pavimento con grietas y baches, guarniciones sueltas y rotas, registros de la CFE desnivelados y ruidosos, registros sin tapas, rampas lisas, aceras rotas y alzadas, rampas con pendientes altas y lisas, entre muchas otras.

Se informó que aún quedan muchos detalles por corregir, pues solo en la calle 62 entre 65 y 67 hay más de 20 defectos por reparar. La mayoría de los objetos que tienen más desperfectos son las aceras y los registros. 

Arcudía Aguilar indicó que las obras no tiene un acabado perfecto, pues se llevaron al cabo con rapidez, de manera que las consecuencias se aprecian a simple vista y están ocasionando problemas a los peatones.

El funcionario municipal insistió en que la ciudadanía necesita instalaciones bien hechas, que las obras se entreguen sin detalles y terminarlos al 100 por ciento.

Recalcó que sólo aceptarán las obras si están bien hechas, debido a que el Ayuntamiento no tiene por qué reparar algo que ellos no construyeron, sino que le corresponde a las empresas constructoras a las que ya se les pagó por esos trabajos.