José Salazar/Mérida
La Clínica Onkort, centro médico y cirugía avanzada, que dirige José Enrique Guerra, en colaboración con el Instituto de Proloterapia y 35 médicos extranjeros liderados por Thomas Clark, experto en este tipo de terapia, atendieron durante tres días a más de 200 personas como parte de la brigada humanitaria “Vive sin dolor”, en la que prestaron servicio sobre problemas de dolor crónico en hombro, espalda, cadera, rodillas y zona lumbar.

En entrevista, Clark explicó que los tratamientos brindados estimulan el sistema inmunológico para la regeneración y reparación de la parte afectada.

“Se utiliza un equipo de ultrasonido de última generación para el diagnóstico. En el momento en que se detecta la lesión, se aplica la proloterapia guiada por ultrasonido, que es un tratamiento para las articulaciones dolorosas, enfocado en ayudar al cuerpo a sanar por sí mismo”, indicó el médico estadunidense.

Por su parte, el doctor Guerra Ailloud detalló que esta terapia consiste en la aplicación de una inyección de dextrosa (un tipo de azúcar) en los tendones, ligamentos y/o articulaciones dañadas, con la función de estimular, regenerar y reparar el tejido afectado.

“Se aplica dextrosa para provocar un proceso inflamatorio que desencadene el mecanismo de reparación o regeneración de la lesión. Prácticamente lo que es crónico lo volvemos agudo para que el cuerpo (sistema inmunológico) detecte que hay algo que reparar. Es una reparación del tejido. El ultrasonido es como guía para que sepamos en dónde poner la aguja, en el punto exacto donde se localiza la lesión”, explicó.

Los tratamientos, realizados del 16 al 18 del presente mes, fueron sin costo. Se estableció una cuota de recuperación voluntaria para los pacientes que desearan aportarla.

En cuanto al proceso de recuperación, Clark dijo que al inicio del proceso de inflamación es normal experimentar dolor durante los primeros tres días y después de una semana inicia el proceso de formación de nuevo tejido, el cual dura alrededor de un mes.

“En los nervios, inmediatamente se resuelve, pero cuando son articulaciones hay diferentes porcentajes de dextrosa que se aplican y de eso depende la recuperación, pero el proceso promedio son tres días de inflamación, después a la semana comienza a bajar y se ven resultados óptimos en un mes. Si después de este tiempo el paciente presenta dolores, regresa y se le aplica de nuevo la terapia”, puntualizó.

José Enrique Guerra comentó que no existe contraindicación para esta terapia, la cual está dirigida a personas a partir de los 20 años de edad. En el caso de pacientes con diabetes, el único requisito es que tengan niveles de glucosa menores a 140. El tratamiento no aplica a gente con artritis reumatoide.

Esta técnica es efectiva para las patologías crónicas, ya que al regenerar los tendones, ligamentos y articulaciones revierte la enfermedad y, por ende, mejora el dolor.

El tratamiento produce una mejoría casi absoluta de las distintas lesiones, para que sea definitivo depende de que el paciente, una vez recuperado, haga actividad física regularmente y mantenga fuerte la musculatura.

A los pacientes que acudieron a la brigada humanitaria en Onkort, ubicada en la calle 31 entre 14 y 16 de la Colonia México, se les dará seguimiento, el cual estará a cargo Miguel Ángel Nazul Aké Montiel, especialista en Medicina del Deporte.

Los médicos extranjeros provienen de Estados Unidos, Australia, Hawaii, Canadá y Singapur, y aprovecharon la ocasión para capacitar a los médicos locales en las técnicas de proloterapia, que se ofrecerá en breve en la Clínica Onkort, la cual estará a cargo del Dr. Nazul.

Erik Ovalle, gerente de Relaciones Públicas del Instituto de Proloterapia y Olympia, Medicina Integral del Deporte, ubicadas en Cancún, Quintana Roo, comentó que se realizarán otras brigadas como ésta de forma anual.

“La intención es traer una medicina que realmente funcione. Hay otra manera de corregir las lesiones sin tener que pasar por ortopedia, traumatología y fármacos que desconoce la gente”, mencionó.

Precisó que realizan las brigadas y atienden a la gente con la esperanza de que incremente este tipo de medicina porque realmente funciona. “Cuando vine a Mérida a tocar puertas para traer este servicio, fue la primera clínica interesada en apoyar a la comunidad”.