Luis Fuente/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Tratar con niños víctimas de un delito es de lo más doloroso y crudo. Los psicólogos deben tener sensibilidad para atender a estos infantes para que poco a poco vayan recuperándose del trauma que vivieron, para que, dentro de lo posible, vuelvan a su vida habitual.

Uno de los casos más recordados en la Dirección de Atención a Víctimas de la Fiscalía General del Estado fue el de dos niños que presenciaron cuando su padre asesinó a su madre en una comisaría del oriente de la entidad.

La psicóloga María del Rosario Pérez Sánchez señaló que en ese como en otros casos en los que se involucran a menores, la atención debe ser muy humana, primero hay que estabilizarlos emocionalmente para luego explicarles “qué harán, cómo contarán lo que vieron o lo que les acontece… y eso no es nada fácil”.

La protección y el bienestar de la víctima deben ser asumidos como el valor primordial a alcanzar a lo largo de todo el proceso, así como estar orientado a minimizar el estrés experimentado por el menor.

La víctima siempre debe ser tratada con cuidado y sensibilidad, teniendo en cuenta para cualquier tipo de intervención su situación personal, sus necesidades, su edad, grado de madurez y en todo momento evitar la revictimización.

Por ello, se recomienda que la víctima relate lo sucedido por una única vez durante la entrevista de declaración testimonial.

La especialista indicó que estos son algunos de los protocolos para la atención de víctimas, pues además el niño debe ser preparado para asistir a una inspección ocular, una revisión en el Semefo y para su declaración ante el Ministerio Público, entre otras diligencias.

Luego se programan un mínimo de 12 sesiones de terapia, ya que el programa se puede adaptar a las necesidades del menor y conforme se sienta mejor del evento al que fue sometido.

“Vemos no sólo casos en la capital, sino en cualquier comunidad donde se requiera la atención, principalmente si se trata de niños”, expresó. 

Al final, resulta gratificante ayudar a los pequeñitos y ver que poco a poco pueden volver a la normalidad.