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Uno de los impactos de la pandemia es la orfandad definida por Unicef como la muerte de uno o ambos padres. La revista británica “The Lancet” publicó un estudio global para registrar el número de niños que han perdido uno o los dos progenitores, así como a sus cuidadores principales o tutores ya sean tíos o abuelos. Las estimaciones mínimas se centraron en niños menores de 18 años en 21 países, abarcando desde el 1 de marzo de 2020 al 30 de abril de 2021. En México 3.5 niños de mil se encuentran huérfanos, solo después de Perú y Sudáfrica, situación que deja a los infantes vulnerables a la pobreza, institucionalización y abuso; propensos a problemas de salud mental, violencia física, emocional y sexual que puede llevar al suicidio, embarazos prematuros, enfermedades infecciosas sexuales y crónicas. Como puede advertirse no es un problema menor para México si más de la tercera parte de la población infantil está a la deriva, es decir 131, 325 mil niños al 30 de abril del año en curso.

Ante semejante panorama, la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala (UNAM) de la carrera de Psicología en el contexto de la pandemia elaboró un cuento: “Noyollo. El armadillo”, para trabajar el duelo y trauma en población infantil. El proyecto coordinado por la doctora Carolina Santillán Torres Torija y sin fines de lucro, incluye además un manual, guía y actividades. En cinco sesiones un armadillo veracruzano de ocho años, cuya característica es tener una coraza, va desarrollando una paleta de emociones y sentimientos por la pérdida, primero de un juguete y luego de su mamá. El apoyo psicoemocional puede aplicarse grupal o individual. Está dirigido a niños entre seis y once años, etapa en la que aún no tienen claro la universalidad de la muerte, pero van entendiendo que es definitiva e irreversible.

A través de un facilitador que da la introducción, realiza preguntas detonadoras, provee los materiales y proporciona la conclusión, los niños son capaces de ir procesando el duelo ante la muerte repentina según su edad, esto al empatizar y proyectarse con Noyollo que está pasando la pérdida de su mamá. Su red de apoyo está conformada por su papá, los abuelos, la maestra y una amiga, todos del reino animal. Al final de cada actividad hay un anexo con el material para desarrollarla o como modelo para elaborar uno similar.

Una de las técnicas interesantes para revivir cronológicamente es la “Línea de vida”, esta puede representarse con una cuerda que se irá marcando con flores y piedras según se hayan vivido momentos positivos o negativos con el ser querido. Al niño se le animará -sin que se desconecte del presente- para que señale y verbalice cuándo y dónde sucedieron los acontecimientos que recuerda. También se incluyen un Ritual de Despedida, Técnicas de Respiración para la relajación y la Terapia para Solución de Problemas. El PDF del cuento, el manual y las actividades se pueden encontrar libres en internet.

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