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SUICIDIO FEMINICIDA. El abogado Gabriel Ramírez envía a esta columna una información del Congreso del Estado: los diputados presentaron tres iniciativas en favor de las mujeres, una de ellas para instituir como nuevo delito el “suicidio feminicida”.

Nuestra legislación ya está agraviada con la creación del delito de feminicidio que, en realidad, es un homicidio calificado, es decir, con agravantes. Pero, eso del “suicidio feminicida” trae dolores de cabeza no sólo a los integrantes de la legislatura, sino también a los estudiosos de la gramática -que no son precisamente los legisladores- y al público en general que pugna por el buen uso del idioma español.

Feminicidio es el asesinato (homicidio) de una mujer por el hecho de serlo y suicidio es quitarse voluntariamente la vida. Las voces feminicidio y suicidio se contraponen, tienen significados incompatibles; con el “suicidio feminicida” estamos ante un error de semántica. Consteww que no estamos contra las luchas feministas, al contrario, somos simpatizantes de sus esfuerzos; únicamente pedimos respetar las reglas del idioma. Pero, dejemos la gramática y vayamos al derecho. En nuestra opinión (podemos estar equivocados), si la suicida actuó voluntariamente, no debe responsabilizarse de ello a otra persona, a no ser que ayudara a la víctima a suicidarse. Según parece, con esa iniciativa de ley se pretende sancionar a la pareja de la suicida, la que se habría privado de la vida por no soportar los malos tratos de su compañero.

Las autoridades disponen de medidas legales para la protección de la mujer abusada, la cual debe de recurrir al Ministerio Público o a los jueces para evitar el maltrato. Si no solicitó la intervención de las autoridades, sólo ella es responsable por ponerle fin a su propia existencia. Mas si la suicida pidió a las autoridades las medidas de protección contra el abuso que sufría y aquéllas fueron omisas en proporcionarle el auxilio debido, serían esas mismas autoridades las que, en primer lugar, motivarían a la mujer para llevar al cabo su terrible determinación y no su pareja.

Esperemos que nuestros diputados resuelvan el problema dentro de los límites de la razón, del derecho, de la justicia y también de la gramática. El tirahule estará con el ojo atento y el oído alerta, como dijera cierto ex presidente, en espera del dictamen de la legislatura.

DONACIÓN GRATUITA. Una inserción publicitaria en el Facebook trae la siguiente noticia: Tania Rincón se suma a movimiento de donación gratuita de Farmacias del Ahorro. Gratis es algo gratuito, que no cuesta dinero o esfuerzo para obtenerlo y, de acuerdo con nuestras leyes, la donación es un contrato por el que una persona transfiere a otra, gratuitamente, una parte o la totalidad de sus bienes presentes. Entonces, la palabra donación incluye el concepto de gratuito, por lo que decir “donación gratuita” es una redundancia o repetición de conceptos. Con decir “donación” se entiende que es algo gratis.

La resortera sale de su letargo, lanza el disparo con prontitud, la piedra se impacta en el pleonasmo, el gazapo reposa en la buchaca y damos fin a la montería. Hasta el próximo tirahulazo.

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