Novedades Yucatán/MÉRIDA
De acuerdo con Raúl Díaz Gamboa, doctor en ciencias marinas y profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), el 95 por ciento de los mamíferos marinos que varan en las costas yucatecas llegan muertos, mientras que el resto sólo llega a morir. Señaló que durante el 2018 se registraron 11 varamientos, uno menos que en el 2017.

Precisó que más del 50 por ciento de los casos se debe a la interacción humana o la pesquería incidental, mientras que un menor porcentaje es porque son organismos viejos, enfermos o heridos, así como desorientados por la contaminación e ingesta de bolsas de plástico. También, por colisiones con embarcaciones y por depredación, ya que algunas personas usan a los delfines como carnadas para los tiburones.

“Un 99.9 por ciento de los mamíferos que encalla no sobrevive; a estos ejemplares se les ve nadando con dificultad o no pueden moverse y cuando los reportan es porque llegaron a la orilla y se ahogaron, por lo que cuando arriban los especialistas muy poco se puede hacer”, indicó.

El experto destacó que la mayoría de los que llegan a las playas son delfines, esta especie hace referencia a una familia de cetáceos y hay un grupo de ballenas, como la orca, que por ser mamíferos marinos requieren salir del agua a respirar, por lo que cuando caen en alguna red no puedes subir a la superficie y se ahogan.

“El número de encallamientos por año varía, pero separamos el año en tres temporadas: norte, lluvias y secas, por lo que la mayoría de los varamientos se da en la época del norte en los primeros meses del año, siendo los más frecuentes febrero, abril, mayo y junio”, declaró.

Explicó que en la época de nortes se presentan intensos vientos y fuerte oleaje, por lo que las condiciones oceanográficas son más severas para los organismos, provocando un menor índice de sobrevivencia de los ejemplares que son más jóvenes o las crías, además estas condiciones climatológicas generan que se presente un mayor número de enfermedades respiratorias en los mamíferos marinos, lo que propicia los encallamientos.