En carne propia
El poder de la pluma
Sulla mia pelle (En mi propia piel) es una película italiana basada en el caso real de Stefano Cucchi, un joven adicto que fue detenido en 2009 en Roma y murió días después en una cárcel, a donde fue llevado luego de su detención.
“Estaba delgado como un papel de fumar, tenía dos vértebras rotas, todo el cuerpo amoratado y llevaba días suplicando que le trajesen sus pastillas para la epilepsia. Durante los siete días de arresto dio tumbos por centros de internamiento y calabozos y su familia no pudo visitarle”, se lee en una crónica publicada en 2018 por el diario El País.
La nota se publicó el día en que fue dado a conocer el primer testimonio de un testigo directo que confirmaba lo que la familia había denunciado repetidamente: el joven murió a causa de la tortura a manos de los carabineri (policía italiana), hechos que, además, fueron ocultados y negados por las autoridades ministeriales y carcelarias, incluyendo los médicos que lo atendieron.
Si bien el caso de tortura llegó a juicio, éste concluyó por falta de pruebas. Fue por la lucha legal y la insistencia de la hermana de Cucchi, Giulia, que pudo reabrirse la investigación y conocerse lo que ahora se sabe acerca de cómo el joven italiano fue torturado, vejado y se le dejó morir en una cárcel sin posibilidad de hablar o ver a su familia.
La proyección de la película, estrenada en 2018, también fue un factor que puso el caso en el centro del debate, con repercusiones mundiales.
La película deja ver cómo un aparato de justicia se aplicó armoniosamente para consumar no solo una detención arbitraria, sino la tortura y muerte de un joven al que, probablemente, sólo debieron imputar posesión de mariguana o, quizás, narcomenudeo.
A la tortura y muerte de Stefano y la tortuosa semana que vivió mientras estuvo detenido se suma el agravio de la búsqueda de justicia de su familia durante una década.
La película, por su parte, muestra crudamente el verdadero calvario vivido por el joven, que intentaba por entonces salir de la adicción a las drogas duras. Pese a su condición y a que su propia familia reconoce que no era un chico ejemplar, Stefano Cucchi representa el modelo de persona vulnerable ante los abusos policiales, la persona de a pie que no es vista como un ser humano y por la que nadie llorará mucho.
Sus padres, ignorantes de los procesos legales y de sus propios derechos, estuvieron solos primero en la búsqueda y luego en sus intentos por visitar a su hijo, incluso les fue dada a firmar el acta de defunción sin que pudieran siquiera tener acceso al cuerpo, al que inmediatamente le fue practicada una autopsia. Años más tarde pudieron conocerse fotografías que revelaron el estado en que se encontraba Gucchi a raíz de la tortura policial que habría provocado su muerte.
La película es aleccionadora para la sociedad, nos muestra por qué el respeto a los derechos humanos es fundamental en cualquier proceso y detención y por qué es totalmente justificado que las actuaciones de los aprehensores sean controladas y apegadas a derecho.