Patricia Itzá/Mérida
Abel E. L. M. fue vinculado a proceso por el homicidio del J. C. F. F. Su defensa argumentó que el hoy occiso tenía la ventaja de ser más robusto que su cliente, por lo que no podría haber cometido el crimen. Sin embargo, el argumento fue desechado por el Juez Segundo de Control del Primer Distrito, Luis Mugarte Guerrero.

En la sala 2 del Centro de Justicia Oral de Mérida se llevo a cabo la audiencia en donde se explicó que el argumento utilizado por la defensa no era válido, porque la persona asesinada a pesar de ser más robusta no pudo defenderse de los ataques ya que su misma complexión y edad le impidieron moverse con rapidez.

Se explicó que cuentan con la misma altura, la víctima media 1.60 y el acusado 1.65, cuenta con 35 años de edad y la víctima 64, por lo que no pudo hacer válida la ventaja que argumentó.

Con los argumentos, el juez lo vinculo con el delito de homicidio calificado, se le decretó la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa por todo el tiempo que dure el proceso.

Los hechos ocurrieron el 2 de diciembre cuando el ahora occiso se reuniría con una persona por negocios en su casa. Sin embargo, algunos testigos que estaban cerca escucharon ruidos y entraron al predio pues tenían confianza con la víctima. En ese momento descubrieron al implicado bajando las escaleras y lo retuvieron.

Al momento de subir a la planta alta vieron que la persona de 64 años había recibido golpes por lo que llamaron a la policía y estos a su vez al llegar a la escena solicitaron los servicios de emergencia, que en ese momento todavía se mantenía vivo, sin embargo, horas más tarde murió.

Se dijo que J. C. F. F. tenía un negocio de numismática y filatelia.