Con lujo de violencia, en actos provocativos e intimidatorios contra los trabajadores de la granja Productos Pecuarios para Consumo, S.P.R. de R.L. de C.V., ubicada en la comisaría de Sitilpech, del municipio de Izamal, poco más de una docena de personas bloquearon ayer el camino de la entrada de camiones a la planta “Kancabchén II”, en una muestra clara de querer frenar la fuente de ingresos formales para decenas de familias de esa localidad.

Los poco más de 40 empleados que laboran en esa planta, quienes apenas se reincorporaron a sus actividades hace unos días, denunciaron que, además, han sufrido de acoso y hostigamiento por parte los alborotadores, quienes pertenecen a una agrupación denominada “La Esperanza de Sitilpech”, los cuales son mal asesorados por una agrupación presuntamente ambientalista denominada “Kanan” (Derechos Humanos).

Jaime García Olivar, director de operaciones de la planta “Kancabchén II”, informó que ayer los supuestos ambientalistas pararon uno de los camiones que venía con animales para descargar en la granja y lo retuvieron durante casi una hora, de forma agresiva, violenta e inclusive con insultos e improperios.

Más tarde, denunció que al ir a buscar a uno de los trabajadores en el centro de la comisaría, fueron cercados en su vehículo con insultos y dos horas después bloquearon el camino de acceso a la planta y no los dejaron salir. Prácticamente taparon la entada principal, quemaron llantas y se mostraron en estado inconveniente.

“Nosotros nos acercamos para entablar algún diálogo, y que nos permitieran tanto el retiro de las unidades que ya estaban vacías, así como operar con normalidad, tal y como ordenó la autoridad judicial en el fallo de la demanda que se dio a principios de año, pero ellos (los manifestantes) se mostraron con negativas”, advirtió.

García Olivar relató que al ver dicho problema, elementos de la Policía Municipal actuaron como mediadores, pero más tarde se retiraron y dejaron prácticamente “secuestrados” a los empleados de la planta. Explicó que en la periferia de la granja se cuentan con algunas áreas forestales que habían tratado de recuperar, pero al quemar las llantas y la basura en el camino, los alborotadores perdieron el control y el fuego se metió a una de esas áreas, lo que representó otra afectación en la zona.

“Los trabajadores estuvieron temerosos porque el bloqueo representó una afectación directa para ellos y sus familias, pues ya habían regresado a trabajar después de fallo de un juez federal, toda vez que se comprobó que la planta cumple con todas normas oficiales”, apuntó.

Por su parte, Teresa Dzib Ciau, quien labora como encargada de limpieza, comentó que esta granja representa una fuente de empleos muy importante para los vecinos de la comunidad, quienes ya no tenían que viajar a la ciudad de Mérida y podían cuidar a sus hijos por más tiempo. Sin embargo, aseguró que estos atentados afectan severamente y ponen en riesgo sus fuentes de empleo.

“Me siento preocupada por mí y mi familia, pues estas personas del grupo orquestador nos hostigan a quienes trabajamos en la planta. El grupo que se dice llamar ‘Kanan’, de Derechos Humanos, está incitando a las personas a que usen la violencia, nosotros únicamente defendemos nuestro trabajo y fuente de ingresos”, refirió.

Hay que recordar que luego de que en mayo del 2022 la planta suspendiera operaciones por una campaña con falsos argumentos y sin fundamento que derivó en un proceso legal durante unos meses, un juez federal dictó un fallo a favor para que la empresa volviera a operar con todos los permisos legales.

En su momento, se informó que se realizaron las pruebas correspondientes a la planta y se llegó a la resolución de que la empresa no contamina, como los supuestos ambientalistas indicaron; pues toda el agua que se genera recircula en su totalidad gracias a los avanzados procesos de tratamiento.