¿Ya vio Ud. cómo vienen los siguientes tres años?
Gínder Peraza: ¿Ya vio Ud. cómo vienen los siguientes tres años?
¿Y cómo crees que nos va a ir el año próximo, bróder? –Pues cómo más, ¿no estás viendo las noticias?, –le contesto a mi viejo amigo, que según creo sí se da cuenta del hoyo en que está metido nuestro país, pero quiere que alguien le diga que las cosas van bien.
Hay que tener una gran fuerza de voluntad para conservar el optimismo mientras vemos que los periódicos impresos y medios digitales están saturados de noticias como una que dice que “Se dispara la violencia. En septiembre se registraron 2,414 víctimas de homicidio doloso en el país, la cifra más alta del año”.
Y eso que cuando empezó este sexenio nos dijeron que la creación de la Guardia Nacional iba a reforzar la lucha del Ejército y la Marina en apoyo de las policías estatales y municipales de todo el país. El problema va en aumento.
No sólo no se está combatiendo debidamente la violencia criminal, sino que prácticamente la gran mayoría de los recursos federales, y de paso hasta los estatales, fueron reordenados, redirigidos a las tareas necesarias para frenar el avance de la pandemia de Covid-19. Mientras, el sistema nacional de salud pasa serios apuros para obtener personal y recursos que le permitan atender también las otras enfermedades que padecen los mexicanos.
Y en otro frente cuya importancia nadie puede menospreciar, que es el de la educación, los maestros tratan de poner en marcha el sistema educativo y miles de escuelas que llevan inactivas año y medio. Es prácticamente imposible cuantificar el daño que esa inactividad educativa deja al país en la formación de sus nuevas generaciones. Y qué bueno sería que nuestros problemas se redujeran a los que ya dijimos, pero no: reiteramos que de aquí al 2024 quizás el mayor reto para la administración federal sea conseguir recursos (dinero, pues) para distribuir en todo el país y financiar algún tipo de crecimiento.
Y como la pandemia ha dejado muy mal parados económicamente a todos los sectores, se buscan desesperadamente fórmulas que eleven la recaudación fiscal, como aquélla de obligar a los jóvenes desde los 18 años a registrarse como causantes. En Aduanas ya piensan en cobrar los despachos de mercancías en horarios más amplios que los de ahora, y espérese a ver qué otras medidas extremas se aplicarán.
En medio de todo el desbarajuste, el gobierno federal nos informa que presentó al Congreso una iniciativa de reforma eléctrica cuyo objetivo es que la CFE controle todo el mercado nacional en ese rubro, y se reduzca así la participación privada. Sorprende la confianza que el presidente López Obrador le tiene a una persona tan criticada como el director de esa compañía, Manuel Bartlett Díaz, pero lo cierto es que los sectores empresariales insisten en que carecen de electricidad suficiente para desarrollar las empresas y los empleos que requiere el país. Nadie hace caso a sus quejas y sugerencias…